Para el realizador mexicano Carlos Armella, la cinta “¡Ánimo juventud!”, que se presenta hoy en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) es una invitación para los adolescentes y quienes lo han sido, para no dejar morir el espíritu soñador y libertario.
“El mensaje es justo que persista el espíritu juvenil, adolescente, soñador. La película de cierta manera va dirigida a todo a aquel que haya sido adolescente, que pueda rememorar esas pasiones, esa rebeldía, ese sufrimiento, y verlo como algo positivo. Recordar estos momentos de idealismo y no dejarlos morir”, afirmó Armella, en entrevista con La Razón.
“¡Ánimo juventud!” retrata la vida de cuatro jóvenes: Martín, un grafitero enamoradizo; Dulce, una chica ruda que no sabe cómo expresar sus sentimientos; Daniel, un chico que va a ser papá; y Pedro, un joven que decide hablar su propio idioma y con ello confrontar a los adultos.
“Son jóvenes que querían que representaran la cotidianidad, la mezcla de lo que somos los mexicanos, los diferentes rasgos, ver al mexicano no nada más como lo pintamos en la publicidad, sino como lo que somos; pero, a pesar de la ordinariedad que tienen los veo como soñadores”, señaló el también director “En la estancia”.
En el filme, el personaje de Pedro, es quien lleva el estandarte porque es quien, a través de la palabra, en su propio idioma, manifiesta su descontento con el “mundo adulto” y lo confronta.
“Pedro de cierta manera lleva el estandarte, en ese sentido, es el representante de esta juventud que exige ser escuchada, encontrar su propio camino, tener un mundo; siempre decimos que la juventud es el futuro, pero les heredamos lo que ellos no hubieran pedido si hubieran tenido oportunidad de hacerlo. Creo que nos está diciendo es déjennos opinar, ser como queremos ser”, destacó.
Con esta cinta Armella, quiso separarse de la manera en que se abordan las historias de adolescentes, que suelen encasillarse en la comedia romántica o en relatos crudos que muestran problemáticas como la drogadicción, alcoholismo o embarazos no deseados; y en cambio, muestra la vida de estos jóvenes en un tono de tragicomedia.
“Cuando estas historias fueron surgiendo en mi cabeza había este tono tragicómico, que de cierta manera puede ser muy dramático para jóvenes que viven ese tipo de situaciones, pero que visto con cierta distancia adquiere un carácter a veces un tanto absurdo y cómico; genera este tono agridulce que me parecía interesante; dentro del cine dirigido a adolescentes no está tan visto ese tono”, explicó.
Armella, quien en el largometraje muestra a estos jóvenes que viven en un mundo marcado por los adultos, espera que también entre las lecturas que pueda tener, se reflexiona acerca de cómo los adultos están tratando a las juventudes.
“No me interesaba satanizar a los adultos; sí son los antagonistas en el sentido de que piensan las cosas de otra manera y por eso se convierten en un obstáculo para estos jóvenes, pero no son demonios.
Espero que esta lectura lleve a pensar cómo los adultos estamos tratando a nuestros jóvenes. Qué lugar les estamos dando, sí los estamos escuchando o no, y a lo mejor generar la conversación entre padres e hijos, maestros y alumnos, entender dónde se está rompiendo la comunicación”, indicó.
“¡Ánimo juventud!” se presenta este viernes en la ciudad de Morelia a las 15:45 horas y en Cinépolis Klic estará disponible a las 16:15 horas.
“La comunidad cinematográfica está indignada”
El realizador mexicano Carlos Armella criticó la extinción de los fideicomisos para el cine y señaló que es necesario que de manera clara y precisa se explique de qué manera seguirán otorgándose esos apoyos a la industria fílmica mexicana, como lo han asegurado desde el Presidente Andrés Manuel López Obrador, hasta la directora del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) María Novaro.
“Si el sentir era que no había transparencia y que había corrupción y desvío de fondos había otras maneras de solucionarlo. Me parece que nos están dando atole con el dedo, nos están diciendo que los apoyos van a seguir, pero no nos han dicho cómo, no nos han aclarado cuándo o en qué momento, imagina que se tardan cuatro años en hacerlo, lo cual es tiempo perdido en que la industria va a sufrir bastante”, señaló.
Armella aseguró que la “comunidad cinematográfica está indignada y desilusionada” de que se haya tomado esta decisión cuando la producción de filmes nacionales está en su mejor momento.
De acuerdo con el Anuario Estadístico del Imcine, en 2019 se produjeron 216 largometrajes mexicanos, de los cuales 49 por ciento se realizó con algún apoyo público.
AG