Parque de la Ciencia apuesta a la integración cultural y ambiental

La capital mexiquense ahora tiene un nuevo pulmón de 14 mil me-tros cuadrados. Es el Parque de la Ciencia Fundadores, la obra más importante que se ha llevado a cabo en Toluca en cuatro décadas y que se ha convertido en un punto de integración familiar y educativo, a dos semanas de su inauguración, aseguró el director general de Construcción de Obra Pública, Carlos Alexis Aguilar.

Lo que durante muchos años fue una plancha de concreto, ahora alberga más de 180 árboles endémicos, en siete mil metros cuadrados destinados a las áreas verdes, acompañados por algunas plantas como lavanda y biznagas, que forman parte del proyecto amigable con el ambiente, con el cual el parque brinda un vital servicio ambiental luego de una inversión de 350 millones de pesos.

Su explanada se encuentra a ocho metros bajo el nivel del suelo, lo que permite apreciar, desde cualquiera de sus esquinas, a los recintos que la rodean, como el Cosmovitral Jardín Botánico, el Museo de Bellas Artes, la iglesia Del Carmen y el nuevo Planetario, de última generación y único en el estado, que también forma parte de este proyecto y con el cual suman 24 mil metros cuadrados de recuperación de espacio en el centro de Toluca.

El diseño del parque fue dirigido por el urbanista Víctor Márquez, quien es reconocido por haber participado en intervenciones como el Parque La Mexi-cana, en la alcaldía Cuajimalpa, que fue galardonado como la Obra del Año 2018.

“Se llama de la Ciencia Fundadores porque nos encontramos a 500 años de la fundación de Toluca y porque este espacio cuenta con una gama infinita en beneficio de la educación, la ciencia y la cultura”, expuso Carlos Alexis Aguilar.

La remodelación de este espacio consideró nuevas áreas para el aprendizaje y la cultura y por eso cuenta con el Centro de Innovación y Exposiciones, que actualmente es ocupado por Van Gogh Alive, exhibición que permitirá, durante cuatro meses, hacer un recorrido por las obras más representativas del artista.

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El impulso a la cultura no sólo será de carácter internacional, ya que uno de los 12 locales comerciales que están dentro del parque fue ocupado por la Tienda Casart, a través de la cual las obras de artesanos, provenientes de municipios como Temoaya, Amatepec, Temascalcingo y Calimaya, podrán llegar a manos de los 450 visitantes que acuden, aproximadamente, cada día.

Durante un amplio recorrido de La Razón por el sitio, el director general de Obra Pública destacó que otro de los propósitos es proporcionar espacios para toda la población y, como resultado, se construyeron rampas para facilitar el acceso a personas con dificultades de movilidad, un elevador y pisos que cuentan con una guía podotáctil para personas invidentes.

El parque también alberga un estacionamiento de dos niveles, con una capacidad para 353 cajones, pero por ahora se mantiene cerrado por cuestiones de obra. Y, a pesar de que su objetivo es ofrecer un lugar para los vehículos, también contará con un área de juegos infantiles.

Los trabajadores del lugar señalaron que las fuentes que también aloja se convirtieron en un espectáculo para muchos. Una de ellas es la Fuente de Niebla, la cual forma una nube, a través de partículas de agua, que alcanza 2.5 metros de altura y que durante la noche es acompañada por luces multicolores.

Carlos Alexis Aguilar destacó el Talud Nishizawa como una de las partes más representativas, ya que, a través de tres muros descendentes, divididos por franjas de tierra tapizadas con magueyes, romero rastrero y biznagas, rinde tributo a Luis Nishizawa Flores, artista plástico mexiquense reconocido por sus obras en las que plasma los incomparables paisajes del Estado de México.

“Una de las metas del Gobierno es la recuperación del espacio público; con esto, generamos obras de desarrollo social ligadas a la ciencia, la cultura y el turismo. Darle mejores espacios a la comunidad también ayuda a disminuir los índices de violencia e integrar a todos”, concluyó.