En la actualidad, las tecnologías están presentes en casi todas las actividades humanas. No obstante, aunque resulta benéfico para millones de usuarios, hay un gran riesgo para determinados sectores, donde las personas pueden ser defraudadas. Tal es el caso de los fraudes financieros.
En México, durante 2021, se registraron 76,000 reclamaciones por fraudes financieros, de acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef). Una cifra que representa un aumento de 52 por ciento respecto a 2020.
De acuerdo con el Informe Global de Fraude de Identidad 2021, se reveló que cuatro de cada 10 fraudes financieros se realizan por canales digitales en Estados Unidos y América Latina. Van desde transferencias electrónicas no reconocidas que se originaron a partir de llamadas telefónicas engañosas, hasta incluso el robo de identidad de usuarios y de datos sensibles.
Para hacer frente a esta situación, las instituciones financieras han intentado proteger a sus usuarios con campañas de advertencia sobre estas prácticas, pero también implementando estrategias tecnológicas que les otorguen seguridad a los usuarios. Métodos como biometría física, códigos PIN, validación de identidad digital, entre otros, ahora son una necesidad para estas empresas en particular.
Usar plataformas tecnológicas robustas para hacer más segura la experiencia del cliente es ahora más importante que nunca. Está comprobado que las organizaciones que invierten en experiencia digital y prevención del fraude obtienen mejores resultados y fidelizan a sus usuarios.
Los ataques cibernéticos son cada vez más complejos y los métodos tradicionales de detección no siempre son suficientes, por lo que dentro de las organizaciones debe haber mayor seguridad. Al respecto, la industria financiera ha demostrado ser líder en cuanto a la innovación tecnológica y la implementación de procesos digitales que favorezcan la seguridad de los usuarios.
De acuerdo con Juan Carlos Gonzáles, CEO de Expediente Azul, plataforma que digitaliza el proceso de recepción de expedientes de las financieras, hay cinco prácticas con las cuales las empresas tienen la oportunidad de adoptar un nuevo enfoque de seguridad para ellas mismas y sus clientes.
1. Digitalización de documentos: Juan Carlos Gonzáles explica que una empresa no puede permitir que un ejecutivo recabe datos de un cliente por cualquier canal de comunicación, ya que esto aumenta las posibilidades de una falsificación de documentos, de datos o incluso una suplantación de identidad.
El CEO de Expediente Azul aconseja a las empresas unificar el canal de recepción de información a la institución financiera, con esta digitalización se reducen los riesgos de fraude hasta en un 30 por ciento.
2. Automatizar procesos: Esto permite acelerar, asegurar y generar certeza, al mismo tiempo que mayor productividad a nivel interno. Así, los ejecutivos no tienen posibilidad de acceder a la información. La automatización de procesos agiliza los mismos hasta en 200 por ciento.
3. Almacenar en una única plataforma: Esto contribuye a que tanto las empresas como los usuarios puedan tener acceso a la información de forma segura e inmediata.
4. Usar herramientas de reconocimiento de identidad: Al respecto, Juan Carlos Gonzáles resalta la importancia del reconocimiento de identidad con biometría física. Agrega que combinar diferentes métodos de seguridad es valioso, pues ayuda a escalar la experiencia digital y dar confianza al cliente.
Gonzáles subraya que una está comprobado, psicológicamente, que una persona que va a realizar fraudes evitará a toda costa ser fotografiado o grabado, por lo que se trata de una tecnología que disuade a los delincuentes.
5. Implementar microprocesos y softwares ágiles: La mayoría de las empresas tiene la idea de que implementar tecnología implica mega-sistemas, programas muy robustos y, en consecuencia, altos costos. Pero en realidad se trata de implementar microprocesos y recurrir a varios sistemas que impactan diferentes áreas simultáneamente o áreas clave; así resulta costeable para la compañía.
Finalmente, el CEO de Expediente Azul señala que con estas prácticas las empresas, además de generar mayor confianza, están contribuyendo en revertir las cifras de los fraudes digitales tan comunes en la actualidad.
Con estas prácticas, las empresas tienen la oportunidad de acoger un nuevo enfoque de seguridad en pro de ellas, usuarios y clientes.
- El dato: Con la pandemia por Covid-19, en el transcurso del año pasado se reportó 33 por ciento de reclamos por fraudes financieros en línea.