El académico de la UNAM y excomisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Tonatiuh Guillén López, aseguró que reactivar el programa “Quédate en México” es un “tache” para nuestro país, ya que el proceso de refugio se tiene que diseñar incluyendo los procesos migratorios que se dan desde Centroamérica.
“Ahora van a reactivar el Quédate en México, mal, tache, porque no está pensado en una estructura regional amplía, el proceso de refugio también se tiene que pensar con otras estrategias, con otras dinámicas, incluso pensando que empiezan los procesos desde Centroamérica, si es el caso, o en la frontera sur de México”, afirmó durante su participación en el panel de Gobernanza global de la migración.
Durante la Conferencia Anual Migración, Límites y Fronteras del Colegio de México y el Instituto Matías Romero, Tonatiuh Guillén destacó que México debería ser parte de la solución en los procesos de refugio, en lugar de contribuir a “torturar a la gente en la movilidad, que además, es aprovechada por el tráfico de personas cuando esto sucede en condiciones tan precarias”.
Por ello, manifestó que los únicos beneficiados de que no exista una política regional coordinada que favorezca a los migrantes que buscan refugio en Estados Unidos son los tratantes de personas.
El excomisionado del INM explicó que la estrategia antimigración que implementó el ex presidente estadounidense Donald Trump, influyó y marcó la política migratoria de nuestro país, ya que debido a esto, se permitió que la Guardia Nacional tuviera un rol en los controles migratorios.
Además, mencionó que el gobierno de Donald Trump realizó acuerdos con Guatemala, El Salvador y Honduras, para que fueran un tercer país seguro.
“El gobierno de Trump se trazó en cerrar a Estados Unidos a la inmigración y refugio, y nada más emblemático que el famoso muro, pero no solo eso, era toda una estrategia conjunta, amplia, que implicó influir sobre la política migratoria mexicana y de los propios gobiernos centroamericanos”, refirió Tonatiuh Guillén.
Agregó que hasta ahora ha sido la estrategia más regional que se ha dado para atender la migración en América Latina, sin embargo, resaltó que ha sido una política negativa, porque solo se enfoca en la “anulación de los flujos migratorios y de las posibilidades de refugio, sobre todo de las personas que llegan a Estados Unidos”.
“Lo más regional que hemos visto en los últimos tiempos y creo que del lado negativo fue la influencia del gobierno de (Donald) Trump sobre el conjunto de la región, esa política, sí efectivamente, empezó a establecer hilos de continuidad, de impacto, evidentemente, en Estados Unidos se trazó una estrategia y políticas muy crudas sobre migración y refugio”, comentó Tonatiuh Guillén.
Dijo que políticas migratorias regionales “positivas” ayudan a bajar la tensión de los países que colaboran, ya que ayuda a crear empleos y mejorar la economía de las naciones.
Por ello, Tonatiuh Guillén calificó como buena la reunión que tuvieron el pasado 18 de noviembre el Presidente López Obrador con el mandatario estadounidense, Joe Biden, ya que se dio un primer paso para construir una “gobernanza” que ayude a mejorar la situación de personas que se ven en la necesidad de abandonar sus países de origen.
ANR