Aspirante a Corte niega afinidad con la 4T

María Eréndira Cruzvillegas Fuentes, la nueva integrante de la terna que envió el Presidente Andrés Manuel López Obrador para definir a la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), compareció ante la Comisión de Justicia del Senado, como parte del proceso para que se realice el nombramiento.

Durante una sesión “atropellada”, como reconocieron los mismos integrantes de la comisión, debido a que tuvieron que ausentarse en diferentes momentos para participar en la votación sobre los comisionados del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), que al mismo tiempo se celebraba en el pleno senatorial, se realizó la comparecencia.

Aunque no aceptó tener alguna afinidad directa con la 4T, Cruzvillegas Fuentes de inmediato agradeció a López Obrador por incluirla en la terna en la que, resaltó, participan dos destacadas juristas: Bertha Alcalde y Lenia Batres.

Ante la pregunta del senador del PAN, Damián Zepeda, respecto a la dependencia directa del titular del Ejecutivo y su carácter autónomo en caso de llegar a la SCJN, la aspirante a ministra apuntó que bajo el esquema establecido en la Constitución, se permite al Presidente invitar a sus propios funcionarios, lo que es parte de la lógica institucional.

Y a cualquier tema que podía resultar polémico o motivo de debate político, Cruzvillegas Fuentes se limitó a “batearlos” poniéndolos en manos de la revisión del Congreso de la Unión.

Así lo hizo con la pregunta que le ejecutaron sobre la austeridad republicana, que dijo que tal vez el Legislativo debía revisarla, respecto a los requisitos de elegibilidad para la Corte, sobre la capacidad de intervención del Consejo de la Judicatura en torno a conflictos, como los que se han presentado en la Sala Superior del TEPJF y sobre situaciones de desacato como los nombramientos del Inai, pues consideró que todos eran espacios de oportunidad para que el Congreso revise la legislación.

Cruzvillegas Fuentes defendió que su presencia en la terna para la Corte no es circunstancial, “me precede una trayectoria de más de 30 años de lucha, de una lucha férrea por los derechos humanos, dedicada a la defensa de las víctimas que han sufrido los excesos del poder, las condiciones estructurales de la desigualdad, de la exclusión y de las violencias”.