La revisión de contratos del Gobierno de México con Iberdrola y Odebrecht es uno de los caminos que no soluciona de fondo el problema, pero permite enmendar la relación con esas empresas, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Al reiterar que se llegó a un acuerdo con Odebrecht para que Pemex no tenga que venderle gas a precios preferenciales, López Obrador explicó que había dos caminos para resolverlo: ir a tribunales internacionales a sabiendas de que no se va a ganar o revisar los contratos.
Durante la conferencia matutina, el titular del Ejecutivo federal adelantó que se negociarán los contratos de mantenimiento de 10 carreteras que cuestan 12 mil millones anuales.
En el periodo neoliberal, acusó, se dio prioridad a traficantes de influencias a quienes no se les puede llamar empresarios, pues los auténticos tienen una ética y valores arraigados.
No estamos en contra de los empresarios, pero en el neoliberalismo se entregaron los bancos a quienes no tenían experiencia; si acaso habían trabajado en casas de bolsa, pero eran muy cercanos al régimen, a SalinasAndrés Manuel López Obrador, Presidente de México
En ese sentido, consideró que el caso Odebrecht consiste en sobornos a funcionarios a quienes convertían hasta en sus empleados y obtenían contratos jugosísimos, "puro influyentismo y todavía obligan a Pemex que les venda gas subsidiado, y si no se le entregaba tenía que pagar Pemex una multa, esto se firmó con el gobierno de Calderón y siguió con Peña Nieto".
Los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto devolvieron el Impuesto al Valor Agregado (IVA) para la construcción de una planta de etileno, por influyentismo y la financiaron mediante créditos de la Banca de Desarrollo, además de obligar a Pemex a venderle gas con tarifas subsidiadasAndrés Manuel López Obrador, Presidente de México
RFH