La Secretaría de Salud (SSa) presentó ante el Consejo Nacional de Salud (Conasa) los cambios a la metodología del semáforo de riesgo COVID que se adapta a la nueva dinámica de contagios, defunciones y hospitalizaciones en el país, además de que busca beneficiar la continuidad de las actividades socioeconómicas.
En un comunicado, la dependencia indicó que las modificaciones se realizaron con base en el grupo de edad más afectado por la pandemia en la tercera ola, como consecuencia del avance del programa de vacunación.
Al respecto, el director general de Información en Salud, Dwight Dyer Leal, explicó que la nueva propuesta metodológica aporta mayor amplitud a la continuidad de actividades socioeconómicas, privilegia el número básico de reproducción o Rt y las tasas en tendencias de hospitalización y mortalidad como indicadores de alerta temprana para tomar medidas de forma oportuna conforme se eleva el riesgo.
En tanto, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, expuso que el semáforo será un instrumento útil para la implementación, disposición de medidas sanitarias y conducción de la epidemia por parte de autoridades estatales.
Reiteró que es competencia del Gobierno federal elaborar e instruir los lineamientos de salubridad, pero que es responsabilidad de los gobiernos locales implementar acciones con base en el color del semáforo.
La tercera reunión extraordinaria de Conasa, encabezada por el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, se llevó a cabo para presentar estos nuevos lineamientos a los secretarios de salud estatales, a quienes se les envió el borrador del documento.
El secretario pidió continuar con la estrategia de mitigación y prevención de la pandemia, así como la difusión de la importancia de la vacunación para evitar casos graves y defunciones.
Por otra parte, la directora general del Centro Nacional para la Prevención y Atención del VIH y el Sida (Censida), Alethse de la Torre, anunció la nueva propuesta de guía clínica para el tratamiento de COVID-19 en México, cuyo objetivo es definir los lineamientos para que que el personal de salud recete a pacientes con el virus medicamentos útiles con base en evidencia científica.
Esta nueva guía se suma a la que se encuentra vigente desde julio del 2020, denominada “Guía para el manejo de COVID-19 en el contexto de atención primaria de la salud”.