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Bajo un impresionante dispositivo de seguridad los líderes de las 20 principales economías desarrolladas y emergentes iniciaron hoy aquí sus discusiones orientadas a buscar consensos para la estabilización de la economía mundial.
Aunque el tema de la reunión es de carácter puramente económico y financiero, se espera que el encuentro tome un curso político tras las revelaciones sobre el programa nuclear de Irán.
Los líderes del G-20, que anoche fueron objeto de una recepción por parte del presidente estadunidense Barack Obama, mantendrán empero el énfasis en temas como la reforma al sistema financiero global, la suspensión de los programas de estímulo, el fin del proteccionismo comercial y la reforma a los organismos multilaterales.
Dado el avance logrado en las citas previas de Washington y Londres se anticipan mayores avances en aspectos como la reforma al sistema financiero, una asignatura que Estados Unidos ha dejado en claro que se propone impulsar entre los miembros del G-20. La cita del G-20 ha transformado el rostro tranquilo de esta ciudad, otrora capital de industria acerera.
El centro de la ciudad de poco más de 300 mil habitantes ha sido prácticamente cerrado a la circulación de vehículos no autorizados, provocando caos y congestionamiento en muchas de las principales vías.
Más de cuatro mil policías federales, locales y estatales, apoyados por miembros de la Guardia Nacional, mantienen bloqueos en todos los accesos al Centro de Convenciones David L. Lawrence, sede de la reunión de los líderes del G-20.
Pelotones de la Guardia Nacional mantienen una visible presencia en la mayoría de los puentes sobre el río Ohio, que divide a esta ciudad, mientras helicópteros realizan sobrevuelos de patrullaje.
Obama tiene previsto ofrecer una conferencia de prensa al término del encuentro, que concluirá con la declaración conjunta del grupo sobre los acuerdos y acciones a seguir en los próximos meses.
vms