El gobierno de Irán acelera las sanciones contra alrededor de mil manifestantes detenidos y prevé realizar juicios públicos para poner fin a las movilizaciones que comenzaron por el asesinato de la joven Masha Amni.
El jefe del Poder Judicial iraní, Gholam Hosein Mohseni Ejei, aseveró que será un proceso con “rapidez y precisión” contra los responsables de los disturbios que suman seis semanas consecutivas en varias ciudades del país, aunque se reportó que algunos acusados fueron llevados a tribunales desde el pasado 29 de octubre.
Autoridades señalaron que dichas acciones serán ante las instancias correspondientes y apuntaron que al hacer públicos los juicios se identificará a los “agitadores” de un movimiento que busca derribar el sistema político de Irán y de los iraníes que están descontentos por la situación actual, lo que exhibirá a quienes, afirman, son enviados o respaldados por gobiernos extranjeros para alterar al régimen de Ebrahim Raisi.
Entre los jóvenes detenidos por estas movilizaciones masivas por todo Irán destacan cargos como agresión a las fuerzas de seguridad, daños en propiedad privada, corrupción y “guerra contra Dios”, entre otros.
Autoridades recordaron que algunos de los detenidos enfrentan penas de muerte, por presuntos delitos de alterar el orden público, lo que consideran un desafío al régimen.
A la fecha en la nación suman alrededor de 270 manifestantes muertos, de acuerdo con el recuento de Iran Human Rights, y hasta 14 mil detenidos.
DGC