“El problema es que cuando confías en la Camorra, pasas a ser de su propiedad”, se escucha una voz en el documental Maradona dirigido por Asif Kapadia, una frase que resume la relación del astro del futbol, Diego Armando Maradona con la mafia siciliana y su jefe Carmine Giuliano.
Durante la década de los 80, Maradona brillaba en el mundo entero, su pase al Nápoles fue un gran salto en su carrera, pero también lo acercó a la Camorra, una de las mafias italianas de mayor relevancia.
Analistas italianos dividen a esta mafia italiana en dos grandes grupos la Metropolitana y la Provincial. La primera se ubica de forma preponderante en la zona de Nápoles, al sur de Italia.
La Camorra Metropolitana se conforma por innumerables pandillas, son grupos medianos y pequeños, pero que controlan la distribución y venta de drogas en barrios y distritos de la región. “Son una organización criminal muy similar a los Cárteles mexicanos de las drogas” dijo el investigador de la Universidad de Salerno, Marcello Ravveduto a la revista digital especializada Mafia Wiki.
La Camorra Metropolitana se diversificó al negocio de la piratería de discos, películas y cigarrillos. Convertido en informante de la policía Carmine Giuliano dijo que “el negocio de la Falsificación era el segundo más rentable para los clanes de la Camorra".
Al igual que Maradona en los años de éxito, "los mafiosos suelen provenir de familias trabajadoras y pobres y se inclinan a presumir de un enriquecimiento repentino. Mostrar riqueza también sirve para construir poder, ganando la aprobación de aquellos atraídos por el éxito”, dijo Ravveduto.
Diego Armando Maradona fue arrestado en febrero de 1991, gracias a que un mes antes se había logrado una intervención telefónica, la policía captó una llamada entre el astro del futbol mundial y una casa de citas donde se solicitó “el servicio” de dos mujeres.
La llamada fue contestada por la dueña del prostíbulo Carmela Cinquegrana, Maradona confirma al dealer o surtidor de la cocaína que consumía Giovanni Esposito que solicitó a dos prostitutas cuando volvía a su casa luego de una juerga en el bar de Italo Iovine, Esposito le pide que conteste la llamada de un niño que es admirador suyo, curiosidades de la vida, el niño se llama Cristino.
Otro narcotraficante italiano está involucrado, se trata de Mario Lo Russo, un capo de la Camorra Metropolitana que fue acusado de importar la cocaína de América del Sur para refinarla en Nápoles y venderla a lo largo de la Riviera Francesa, dice un reportaje del diario inglés The Guardian escrito en junio del año pasado.
La llamada telefónica donde pide no solo mujeres sino “material” en cantidades mayores a las de un consumidor, así como una fotografía de Maradona junto al capo Carmine Giuliani sirvieron a la policía para fincarle cargos al futbolista argentino, no solo por consumo de drogas ilegales, sino de participar en grupos criminales organizados para traficar.
Carmela Cinquegrana, su esposo Mario Falcone, Mario Lo Russo y otras cuatro personas fueron acusadas en ese juicio, contra Maradona se fincaron cargos de posesión y distribución de drogas. Ahí, empezó el eclipse del astro sudamericano.
ntb
