El presidente de Perú, Pedro Castillo, disolvió el Congreso horas antes de que se votara un tercer intento para destituirlo.
El izquierdista aseveró que tomó la medida para recuperar el Estado de derecho en el país y romper con lo que denominó como “dictadura” en el Poder Legislativo para sacarlo del gobierno, bloqueando la decisión de la oposición que considera que no tiene la capacidad de dirigir una nación.
Con esta declaración, Castillo Terrores, quien lleva casi año y medio en el poder, instaura un gobierno de emergencia, para dar paso a un nuevo Congreso en la región andina.
De acuerdo con medios locales, la medida implica que ante el cierre del Congreso gobernará el país mediante decretos nacionales.
Asimismo se declaró un toque de queda que entra en vigor a partir de este 7 de diciembre; dicho proceso implica que ninguna persona podrá estar en la calle entre las 22:00 horas y las 04:00 horas del día siguiente para evitar incidentes.
Además, en el anuncio del mandatario se prevé la deposición de las armas de todos los ciudadanos, para evitar un posible golpe de Estado.
Previamente, denunció que este tercer intento para declarar “vacancia” en el poder es un plan de la oposición para echarlo sin más, al rechazar la acusaciones en su contra por presunta corrupción, hecho por el que su familia está en la mira de las autoridades por presuntas licitaciones a modo.
Cabe destacar que en días pasados una misión de la Organización de los Estados Americano (OEA) viajó a la nación para promover una tregua entre poderes, ante los llamados del presidente por los reiterados choques con la oposición.
DGM
