Representantes de la industria restaurantera enviaron una carta a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, para solicitarle ser considerados como una actividad esencial.
Lo anterior, luego de que ven una competencia desleal en los establecimientos de comida informales que operan sin medidas restrictivas en pleno semáforo rojo, lo que representa un foco de contagio importante, consideraron.
La Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), los Directores de Cadenas de Restaurantes (DICARES) y la Asociación Mexicana de Restaurantes (AMR), acompañaron la carta al GCDMX con fotografías y ubicación de los lugares donde existe la venta de comida rápida sin ningún control.
En la carta enviada a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México se menciona la importancia que tiene la industria por el número de empleos generados, así como por la cadena de producción calculada en 100 mil millones de pesos anuales.
“Los restaurantes son aliados de las autoridades, pues presentan una oferta responsable. Como los propios gobiernos lo han reconocido, nuestros establecimientos no son fuentes de contagio, sí lo son las fiestas privadas y el comercio informal”, expresó la industria en la misiva.
Los restauranteros pidieron a las autoridades capitalinas respuesta a las siguientes peticiones:
- Llevar a cabo una declaratoria sanitaria conforme a la ley para tener un marco jurídico que permita llegar a acuerdos con arrendadores, proveedores y empleados.
- Dar apoyos fiscales como prórroga de pagos de impuestos, servicios, derechos, licencias de funcionamiento y subsidios al empleo.
- Que el gobierno garantice el cumplimiento del semáforo rojo para que las actividades productivas puedan reactivarse el 11 de enero.
- Que esta industria sea considerada como una actividad esencial, permitiendo operar bajo las estrictas normas y protocolos, como hasta ahora se ha hecho.
Cálculos de la industria restaurantera refieren que desde el inicio de la pandemia en la Zona Metropolitana del Valle de México se han cerrado 13 mil 500 establecimientos.
Estiman que el nuevo cierre repercutirá en más pérdidas en el sector inmobiliario, el cual ha dejado de recibir más de 120 millones de pesos en el pago de rentas; imposibilidad para cumplir con el pago de impuestos y la pérdida de 450 mil fuentes de trabajo.
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