De mal en peor, así el crecimiento de la economía mexicana, medido por el comportamiento de la producción de bienes y servicios, relacionada con la creación de empleos (para producir alguien debe trabajar), y con la generación de ingresos (a quien trabaja se la paga), empleos e ingresos que son condiciones del bienestar, que debe ser el resultado de la generación personal de ingreso, no de la redistribución gubernamental del mismo.
Según el Indicador Global de la Actividad Económica, IGAE, del Inegi, que proporciona datos observados, en términos anuales, comparando cada mes con el mismo mes del año anterior, en agosto de 2023 la economía creció 3.5%. Un año después, en agosto de 2024, creció 1.0%, 2.5 puntos porcentuales menos, el 71.43%. Un mes antes, en julio pasado, el crecimiento fue del 2.0%. Un mes después, en agosto, fue del 1.0%, 1.0 puntos porcentuales menor, el 50%.
Según el Indicador Oportuno de la Actividad Económica, IOAE, también del Inegi, que proporciona estimaciones (que se confirmarán, o no, cuando se publique el IGAE correspondiente), en términos anuales, en septiembre, la economía pudo haber crecido 0.5%. En septiembre del año pasado creció 3.8%, por lo que el crecimiento de septiembre pasado (0.5%) pudo haber sido 3.3 puntos porcentuales menor, el 86.84%. En agosto creció 1.0%, por lo que el crecimiento de septiembre (0.5%) pudo haber sido 0.5 puntos porcentuales menor, el 50.
Altán, competencia sucia en celulares
Entre enero y agosto del año pasado el crecimiento promedio mensual de la economía mexicana fue 3.48%. De enero a agosto pasados fue 1.69%, 1.79 puntos porcentuales menor, el 51.44%.
Lo anterior relacionado con los datos observados (lo que fue), según el IGAE, y los datos estimados (lo que pudo haber sido), según el IOAE. Veamos ahora lo relacionado con las proyecciones de crecimiento para 2024, proyecciones que se han venido ajustando a la baja (lo cual demuestra que los economistas somos eso, economistas, no adivinos, incapaces de predecir el futuro, razón por la cual nuestras proyecciones cambian una y otra vez, y a veces considerablemente).
A continuación presento, para cada una de las organizaciones mencionadas, en primer lugar el pronóstico de crecimiento que hicieron en enero y, en segundo, la revisión más reciente, todas a la baja. Banco de México: 3.0%, 1.5%. Banco Mundial: 2.6%, 2.3%. Fondo Monetario Internacional: 2.1%, 1.5%. Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico: 2.5%, 1.4%. Citibanamex: 2.2%, 1.4%. BBVA: 2.9%, 1.2%. Bank of América: 1.8%, 1.1%. JP Morgan: 2.7%, 1.5%. El promedio de enero fue 2.48%. El de las proyecciones más recientes (que probablemente se revisarán a la baja), es 1.49%, 0.99 puntos porcentuales menor, el 39.92%.
Para los próximos años, ¿qué se espera? Según los datos observados en 2019 la economía creció menos 0.38%. En 2020 menos 8.55%. En 2021 más 7.00%. En 2022 más 3.65%. En 2023 más 3.20%. En 2024 podrá crecer, según el promedio de las 40 respuestas recibidas por el Banco de México en la encuesta de septiembre a los economistas del sector privado, 1.45%, y 1.28% en 2025, y 1.97% en 2026, crecimientos mediocres, por debajo del promedio, que entre 1982 y 2023 fue 2.13% (por demás mediocre).
¿Conclusión? De mal en peor, situación que puede empeorar, consecuencia de los cambios constitucionales que resultan en más Estado de chueco.