Alfredo Castillo

Reglas, tecnología y justicia en el deporte

DE VICTORIAS Y DERROTAS

Alfredo Castillo*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Alfredo Castillo
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Para Juanito y Silvia, por su futuro evidente.

Siempre pensé que la regla de tiempos extra en la NFL era lo más absurdo que podía existir. En un tema de suerte, el equipo que tenía la posesión del balón en la primera serie ofensiva, con un simple gol de campo ganaba el partido. Después, la NFL consideró que rompía la injusticia si en lugar de un gol de campo ganabas con anotación de seis. Sólo la NFL pudo pensar que eso era justo. Tuvimos Super Bowls y juegos de campeonato que se definieron cuando el equipo que tuvo la primera serie ofensiva anotó y se terminó el encuentro. Así, un volado terminó definiendo en varias ocasiones al futuro campeón.

En este Super Bowl 2024, se implementó por primera vez la regla de que ambos equipos deberían tener, al menos, una serie ofensiva lo cual le dio más equilibrio a los tiempos extra; sin embargo, una vez que este hecho sucedió en el Super Bowl de la semana pasada, ahora la discusión es si San Francisco se equivocó al escoger recibir el balón en lugar de patear, una vez que habían ganado el volado.

En el debate se dice qué si hubiera sido al revés, suponiendo que todo pasara exactamente igual, esto es Kansas anotando su touchdown, San Francisco nunca hubiera intentado un gol de campo en su escenario de cuarta y cuatro, sino que hubieran buscado anotar hasta las diagonales en lugar de conformarse con un gol de campo. Bajo este supuesto, ahora la pregunta seria: ¿Si en la siguiente ofensiva Kansas metía un gol de campo, ahora si se acababa el partido o San Francisco hubiera vuelto a tener una serie ofensiva adicional?

Parece que la regla dice que con el gol de campo después de ambas series ofensivas, ahí se hubiera terminado el partido. Entonces, desde mi punto de vista, la regla sigue siendo injusta. Es tanto como que en el beisbol se acabe el partido cuando el primer equipo meta una carrera, o en el tenis, siguiendo con tu servicio, gane el primero que obtenga un game, o en el basquetbol gane el primero que meta una canasta.

La NFL hoy por hoy es rehén de los miles de millones de dólares que se manejan en apuestas. Ya vimos lo que le hicieron a Kansas hace unos años, cuando en un juego de campeonato, al ser interceptado Tom Brady en un 24-28 abajo en el marcador, los árbitros después de la intercepción, marcaron un castigo absurdo de offside a un jugador de Kansas City.

Hoy por hoy la NFL se escuda en repeticiones milimétricas para dejarnos ver si un balón tocó el piso o si pasó la línea de gol, como una forma de dejarnos ver su compromiso con la equidad y la justicia. Sin embargo, se han dejado un margen muy amplio y totalmente discrecional para marcar castigos como un holding una “falta personal” o un offside bastante debatible.

Lo mismo ha sucedido en el futbol con el VAR. Cuando surgió todos pensaron que sería la vía para acabar con el error humano, y en lugar de eso sólo sirvió para incidir en el resultado de muchos partidos, ya que en una total discrecionalidad en muchas ocasiones marcaban un penal, una falta o un adelantamiento de portero en un penal fallado, cuando en muchas otras ocasiones, ante el mismo escenario, se hicieron de la “vista gorda” o ni siquiera se tomaron la molestia de revisarlo. La final del Mundial de Qatar es un ejemplo de ello.

Pero para dejarles ver a los aficionados su enorme compromiso con la verdad, y como la NFL, también nos dieron “atole con el dedo” al ser escrupulosos en determinar si un balón cruzó la línea de gol o si en un fuera de lugar, existe correspondencia entre los cuerpos o no.

Por todo esto, creo que los dueños del balón, tanto en el futbol americano como en el futbol soccer, siguen teniendo una deuda pendiente con sus aficionados, ya que la tecnología y las reglas en el deporte, siguen estando subordinadas a otros intereses ajenos a la verdadera equidad y justicia en el deporte.