Ángel Papadópulos

¿Es hora de pedir la cabeza del "Tata”?

TIEMPO DE COMPENSACIÓN

Ángel Papadópulos *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Ángel Papadópulos 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Tras perder contra los dos rivales más competitivos en Concacaf, Gerardo “Tata” Martino parece haber agotado la paciencia de la mayoría de los aficionados mexicanos, cómo suele suceder con técnicos que usualmente no acompañan sus resultados positivos con un buen funcionamiento. Por lo tanto, cuando los partidos no se ganan, la tolerancia se acaba rápidamente.

No creo que Martino sea el indicado, sin embargo tampoco creo que sea el momento oportuno para terminar su proceso, debido a la cercanía de Qatar 2022, ni que haya un reemplazo que represente una mejora considerable e inmediata. Durante la etapa del argentino en el banquillo, ha existido una sensación de que vendrá una eventual explosion futbolística, la cual no ha llegado, y francamente debido a la falta de progreso y el tiempo que ha pasado, jamás creo que pase.

Se ha hablado mucho de un cambio de formación, pero el problema va más allá del dibujo táctico. Los problemas en la zaga son preocupantes en todas las facetas del juego y no parecen mejorar, la pelota parada es un eterno peligro latente en contra. Además, cabe recalcar la dificultad que tiene el equipo mexicano afrontando una presión estructurada cómo la de Estados Unidos, algo que veremos con regularidad en la Copa del Mundo.

También, aunque duela, es momento de reconocer que las generaciones y procesos de Estados Unidos y Canadá están a la altura de la del Tricolor; incluso lograron exhibir las carencias de ritmo de juego que tiene el conjunto azteca, sobre todo en mediocampo y atrás.

Al final, el “Tata” solo es una parte del problema, el futbol mexicano no está para competir con las grandes selecciones globalmente, sí, es una gran generación, pero hombre por hombre no poseemos a ningún jugador en la verdadera elite. Sabemos que hay talento para más, siempre lo ha habido, igualmente siempre han existido limitaciones estructurales en el proceso futbolístico en suelo azteca. Además, la liga atraviesa un momento de nivel que puede ser descrito como lamentable, pero el grupo olímpico demostró que el potencial abunda.

Aun así, se llegó a una instancia donde proponer cambios en el banquillo es apropiado, porque el funcionamiento no ha estado ahí en el último año y no hay señales de progreso ni de un plan a largo plazo que de alguna manera logre presupuestar algunos resultados.

La línea de 3, como la que empezó contra Canadá, podría ser una alternativa viable en el papel para solucionar la inestabilidad defensiva que existe, sin embargo sólo se incrementó la existente dependencia que el conjunto mexicano tiene con los centros desde la banda, los cuales pueden ser un arma importante considerando la presencia de Raul Jimenez. No obstante, son los laterales del Tricolor los que usualmente buscan encontrar al delantero de los Wolves, los cuales son los elementos más débiles al momento.

No me gusta hablar de convocatorias, ya que creo que estas reciben más énfasis del que deberían comparado a los planteamientos del equipo. Pero la constante ausencia de Gerardo Arteaga no tiene una explicación futbolística, sobre todo en la posición más mermada de la escuadra.

El equipo mexicano rara vez combina por dentro efectivamente, ni contra bloques bajos o con más espacio, lo cual es realmente preocupante en los contextos de partido que veremos en el Mundial. El intercambio posicional y los apoyos de Raul deberían permitir que el conjunto azteca atacara de manera mucho más fluida.

La situación defensiva en la que se encuentra el “Tata” puede ser explicada en parte simplemente por falta de materia prima, lo cual no es el caso en mediocampo y sobre todo en la delantera, donde Martino sin duda no goza de este pretexto.

Por más importantes que sean los encuentros con los rivales más fuertes de Concacaf, debemos recordar que México ha logrado desempeñarse bien en Copas del Mundo sin ser precedido por una dominante eliminatoria, lo cual no exime al técnico de críticas. Debemos mantenernos constantes y realistas con nuestra expectativa sin caer en conformismo, pues ésta es una generación azteca con talento a la par de lo poseído históricamente.

Mucho depende de la permanencia del Tri en el bombo uno del sorteo del Mundial, al igual del momento en el que lleguen los futbolistas junto con la urgente mejora táctica para una actuación sobresaliente en Qatar.