Debilidad crónica, menos crecimiento potencial y recuperación hasta 2026

Penas y penas y penas… En medio de conflictos sociales, la guerra comercial, la llegada de la pandemia y la presencia de huracanes, el 2020 es un año que, honestamente, se antoja para el olvido y aún quedan tres largos meses en los que el peligro seguirá latente.

Por lo pronto en las últimas semanas, el Covid-19 ahondó su presencia en algunas de las principales economías del orbe, lo que ha llevado a nuevas medidas de confinamiento y cierre de bares y locales.

Asimismo, los riesgos en torno a las elecciones presidenciales en EU apenas comienzan a manifestarse, ante las radicales amenazas del polémico presidente Donald Trump quien descarta una transición pacífica en caso de su derrota. Situación que de entrada llevaría a una nueva marejada de volatilidad…

Motores apagados… De igual forma para México, el panorama tampoco es el más esperanzador. Se anticipa que los principales componentes económicos se mantendrán a la baja en lo que resta del año.

Al detalle la inversión fija bruta, es decir, aquella que se destina para la apertura de oficinas y la adquisición de maquinaria y equipo, se mantiene a la baja desde enero del 2019.

Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base, hace ver que lo anterior se explica por la desconfianza ante el clima de consultas, amenazas tributarias y la falta de estímulos fiscales.

Se espera que ese nodal rubro, mismo que representa la semilla para la recuperación a largo plazo, podría terminar con un desplome anual del 20%.

Por su parte para el consumo privado, la historia tampoco será diferente. En años anteriores, el desembolso de las familias fue el principal salvavidas económico al representar el 66% del PIB.

Sin embargo, en el año acumula una baja del 12%, el doble del 5.84% que cayó con la crisis económica del 2009. Amén de que la llegada de la temporada navideña no será suficiente para resarcir el deterioro. Se prevé que en el año la cautela de los bolsillos podría traducirse en una caída del consumo cercana al 10%...

Crónica decadencia… Bajo ese contexto, Banco Base anticipa una contracción del PIB del 9.3% en el año, lo que se traducirá en menores ingresos gubernamentales y en la posibilidad de un mayor subejercicio en los años venideros.

Para 2021, el plan de infraestructura tampoco será la bala de plata, pues se estima que el país apenas logrará un rebote del 2.5%, lejos del 4.6% que pronostica la SHCP de Arturo Herrera.

A lo anterior sume que el crecimiento potencial del país pasará del pírrico 2% de la última década, a uno de apenas 1.3%; es decir, que en mejor de los escenarios, será hasta 2026 que el PIB podría recuperar los niveles previos a este fatídico 2020. En otras palabras, crónica de una decadencia anunciada…

Cosecha más informalidad el campo

Temporada de contrataciones… Para el campo las contrataciones arrancan en agosto con las cosechas. Héctor Márquez, director de relaciones institucionales de ManpowerGroup, hace ver que al octavo mes, 512 mil personas se incorporaron a los trabajos en ese sector.

Sin embargo, el principal reto es la flagrante informalidad que afecta al 85% de los trabajadores. De los 2.4 millones de personas ocupadas en ese rubro, sólo 512 mil cuentan con seguridad social. Así que enorme pendiente con la vital mano de obra agrícola…