Arturo Damm Arnal

4.79% y 6.76%

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

4.79% fue la inflación general, anual, durante la primera quincena de julio. Por primera vez, desde marzo de 2021, se ubicó por debajo de los cinco puntos porcentuales, después de haber alcanzado, en agosto y septiembre del año pasado, el máximo nivel en lo que va del siglo, 8.70%.

La cifra está cerca de ubicarse dentro de los límites de la meta de inflación del Banco de México, entre dos y cuatro por ciento, meta que deberá alcanzarse, según el último anuncio de política monetaria del banco central, del 22 de junio pasado, en el segundo trimestre de 2024, con 3.7% en promedio.

6.76% fue la inflación subyacente, anual, a lo largo de la primera quincena de julio, inflación subyacente (core inflation, en inglés), que “se obtiene eliminando, del cálculo del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), los bienes y servicios cuyos precios son más volátiles, o bien, que su proceso de determinación no responde a condiciones de mercado. Así, los grupos que se excluyen son agropecuarios, energéticos y tarifas autorizadas por distintos órdenes de gobierno”, inflación subyacente que determina el comportamiento a mediano plazo de la inflación general, y que debe ser, de todas las inflaciones reportadas por el INEGI, la que se considere para la toma de decisiones de política monetaria: aumentar, mantener, bajar, la Tasa de Interés Interbancaria.

Durante la primera quincena de julio de 2022, la inflación general, anual, fue 8.16%. Un año después, a lo largo de la primera quincena de este mes, fue 4.79%, lo cual dio como resultado una reducción de 3.37 puntos porcentuales, equivalentes al 41.30%.

A lo largo de la primera quincena de julio de 2022, la inflación subyacente, anual, fue 7.56%. Durante la primera quincena de este mes, transcurrido un año, fue 6.76%, lo cual resultó en una baja de 0.80 puntos porcentuales, que equivale al 10.58%.

La resistencia a la baja de la inflación subyacente, que determina el comportamiento a mediano plazo de la general, ha sido mayor que la de la inflación general, lo cual deberá tomarse en cuenta, por la junta de gobierno del Banco de México, en la próxima reunión de política monetaria, que tendrá lugar el 10 de agosto, en la cual, por lo menos, deberá mantenerse en 11.25% la Tasa de Interés Interbancaria, la herramienta para frenar y revertir los repuntes inflacionarios, siendo esta (de manera muy general), la receta: si la inflación se ubica por arriba de la meta la tasa debe subir, y viceversa.

Según las autoridades monetarias, la inflación subyacente deberá ubicarse dentro de los límites de la meta, entre dos y cuatro por ciento, en algún momento del segundo trimestre de 2024, con 3.5% en promedio, ¡por debajo de la inflación general!, que para ese trimestre se proyecta en 3.7%.

¿Qué tan creíbles son las proyecciones de la autoridad monetaria con relación a la inflación subyacente, que determina el comportamiento de la inflación general a mediano plazo, inflación subyacente en función de la cual deben tomarse las decisiones de política monetaria?

Según la encuesta de junio, del Banco de México, a los economistas del sector privado, considerando el promedio de las 36 respuestas recibidas, la inflación general en 2023 y 2024 será 4.70% y 4.01%, y la subyacente 5.31% y 4.08%, lejos, sobre todo la segunda, de la meta.