Arturo Damm Arnal

Del dinero (6/15)

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Aceptados el oro y la plata como dinero, tuvo que resolverse el problema del peso y la pureza, lo que se consiguió con la acuñación de monedas con fines dinerarios, garantizando el acuñador el peso y la pureza de las monedas que acuñaba, de tal manera que, siguiendo con el ejemplo, un DAMM equivale a un gramo de plata pura. En la medida que los agentes económicos confíen en ello, los usarán como dinero, sin verificar peso y pureza, reduciéndose considerablemente el costo de transacción. Confianza, la clave.

¿Qué pasa si el acuñador traiciona la confianza de los agentes económicos y desvalora el DAMM, traición que solamente puede darse una vez ganada su confianza?

El acuñador de monedas con fines dinerarios produce dinero y, obviamente, le conviene disponer de una mayor cantidad del mismo, para lo cual, si ha de mantener la equivalencia original, un DAMM igual a un gramo de plata pura, para acuñar un DAMM necesita un gramo de plata pura.

¿Qué pasa si, una vez que los agentes económicos han aceptado al DAMM como dinero, y confían que cada uno equivale a un gramo de plata pura, el acuñador desvalora el DAMM, acuñando monedas con medio gramo de plata pura y medio gramo de algún otro metal, no notándose la aleación a simple vista?

Lo que pasa es que ahora el acuñador, con un kilo de plata pura, puede acuñar, no mil DAMM’s, respetando la equivalencia original, sino dos mil, lo cual le conviene porque dispondrá de una mayor cantidad de dinero, por lo cual podrá adquirir una mayor cantidad de bienes y servicios. Desvalorando el DAMM, quitándole a cada moneda medio gramo de plata pura, el acuñador viola la equivalencia original, traicionando la confianza de los agentes económicos.

¿Qué pasa si los agentes económicos se dan cuenta (y siempre acaban notándolo), que el DAMM está desvalorado? ¿Cómo pueden protegerse de la pérdida de medio gramo de plata pura por cada DAMM?

Volvamos al vendedor de pollos, dispuesto a venderlos a cambio de un gramo de plata pura. Con los DAMM’s originales, los de la primera ronda de acuñación, que equivalen a un gramo de plata pura, el precio del pollo será un DAMM. Se lleva a cabo la segunda ronda de acuñación, en la cual el acuñador traiciona la confianza de los agentes económicos, acuñando DAMM’s con medio gramo de plata pura, mezclada con algún otro metal. Si el pollero se da cuenta, y lo que quiere es un gramo de plata pura por cada pollo, ¿qué hará? Aumentar el precio de uno a dos DAMM´s. Dinero con menos poder de compra se compensa con una mayor cantidad de dinero. ¿Cómo obtiene el pollero más dinero? Aumentando el precio y esperando que el comprador lo pague.

En la medida en que todos los oferentes, de todas las mercancías, se dan cuenta de la desvaloración del DAMM (y tarde o temprano lo notan), aumentarán los precios de sus bienes y servicios, generándose inflación, cuya causa es, precisamente, la desvaloración del DAMM.

Ahora tenemos una situación en la cual se intercambian DAMM’s de la primera ronda de acuñación, equivalentes a un gramo de plata pura, y de la segunda, equivalentes a medio gramo, lo cual genera un fenómeno relacionado con la Ley de Gresham, que dice que la moneda mala (la que pierde valor), desplaza del intercambio a la buena (la que mantiene su valor). Continuará.