Arturo Damm Arnal

Del precio del petróleo

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal
Arturo Damm Arnal
 *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Comenzamos el año, el lunes 3 de enero, con el precio del barril de petróleo (un barril equivale a 159 litros de petróleo) en 70.90 dólares, precio que hasta hoy sigue siendo el mínimo anual. El mínimo histórico se registró el 20 de abril de 2020, en menos (sí: menos) 2.37 dólares por barril.

El martes 8 de marzo alcanzó, en 119.62 dólares por barril, el máximo anual. El máximo histórico se registró el 3 de julio de 2008 en 131.24 dólares por barril. El pasado miércoles 13 el precio del barril de petróleo fue 91.37 dólares. En lo que va del año ha promediado 96.87 dólares por barril. El precio promedio estimado por el gobierno para todo el año es 55 dólares por barril, mismo que se tomó en cuenta para la elaboración de la Ley de Ingresos y del Presupuesto de Egresos.

Lo que llama la atención es la caída que ha tenido el precio del petróleo en las últimas semanas. El miércoles 8 de junio fue de 116.28 dólares. Cinco semanas después, el pasado miércoles 13, fue de 91.37 dólares, una baja de 24.91 dólares, equivalente al 21.42 por ciento, lo cual, para muchos, resulta perjudicial para la economía mexicana. ¿Será?

Lo primero que hay que tener en cuenta es que, como ya lo apunté, el precio promedio estimado por el gobierno para todo el año es 55 dólares por barril y, hasta el pasado miércoles, el precio promedio fue 96.87, 40.87 dólares por arriba de la estimación gubernamental, que equivalen al 74.31 por ciento. Mientras el promedio se mantenga por arriba de los 55 dólares no debería haber, al menor por este frente, presiones sobre las finanzas del gobierno.

Lo segundo que hay que tener en cuenta es que México es importador neto del petróleo (importamos más de lo que exportamos), por lo que, al final de cuentas, lo que nos conviene, en nuestra calidad de compradores netos (compramos más de lo que vendemos), es que el precio baje y sea el menor posible.

Por ejemplo, entre enero y mayo, último mes para el que tenemos información, las importaciones petroleras sumaron 27,741.1 millones de dólares y las exportaciones 16,502.8 millones. El resultado de la balanza comercial petrolera fue un déficit de 11,238.3 millones de dólares. Es más lo que importamos que lo que exportamos, por lo que, tratándose del precio del petróleo, lo que nos conviene es que baje y sea el menor posible, no que suba y que sea el mayor posible, sobre todo tratándose de un energético y de una materia prima.

(En México, como en cualquier otro país, hay compradores de petróleo, como hay también vendedores, y a los primeros les conviene que el precio baje y sea el menor posible, y a los segundos que suba y sea el mayor posible, por lo que, con relación al precio, lo que conviene depende de qué lado estés, del de la demanda o del de la oferta).

Y ya que estoy escribiendo sobre la balanza comercial, hay que tener en cuenta que, en contra de lo que todavía creen algunos, México dejó de ser, si es que alguna vez realmente lo fue, un país petrolero, sobre todo si por tal entendemos uno cuya balanza comercial está petrolizada, sobre todo por el lado de las exportaciones, de tal manera que estas, las exportaciones de petróleo, son la principal exportación. Entre enero y mayo las exportaciones petroleras fueron el 7.19 por ciento del total y las importaciones el 11.6.