De la reforma fiscal (3/5)

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Lo fiscal tiene dos frentes, ingresos y gastos, por lo que una reforma fiscal debe reformar ambos, comenzando por los gastos, algo que no sucederá en México. La reforma fiscal, de realizarse, será principalmente tributaria, centrada en dos preguntas: qué impuestos aumentar y qué nuevos impuestos cobrar o, dicho de otra manera, cómo expoliar más a los contribuyentes. Expoliar (despojar a alguien con violencia), ¿suena exagerado? Veamos.

Para saber si el cobro de impuestos es expoliatorio lo que importa no es cuánto se cobra de impuestos sino en qué se gasta el gobierno ese dinero. Si se gasta en tareas que no son propias del gobierno, que no forman parta de sus legítimas funciones, entonces el cobro de impuestos es expoliatorio. La pregunta no es qué puede hacer el gobierno sino qué debe hacer. ¿Cuáles son sus legítimas tareas?

Para responder recurro, en primer lugar, a Federico Bastiat (18001 – 1850): “La ley es la fuerza, y consiguientemente el campo de acción de la ley no debe extenderse más allá del legítimo campo de acción de la fuerza”. ¿Y cuál es ese campo? El de la prohibición y prevención de la violación de derechos (de la comisión de delitos); el del castigo al delincuente (al violador de derechos); el de obligarlo a resarcir a la víctima.

Continúo, en segundo término, con Ayn Rand (1905-1982), ubicada en la misma línea de pensamiento de Bastiat: “No puede haber semejante cosa en las leyes o en la moral: acciones prohibidas a un individuo y permitidas a una muchedumbre”. ¿Y cuáles son las que deben prohibirse a los individuos? Las que violan derechos, las conductas delictivas por su propia naturaleza: matar (se viola el derecho a la vida); secuestrar (se viola el derecho a la libertad individual); robar (se viola el derecho a la propiedad privada).

¿Debe prohibirse a las personas violar el derecho de propiedad privada de los demás, robarles lo que es de ellos? Sí. Entonces, si Rand tiene razón, no debe permitírsele al gobierno violar el derecho de propiedad privada de los ciudadanos, robarles lo que es suyo.

Obligar a los demás a entregar parte de sus propiedades, robar, ¿es un uso legítimo de la fuerza? No. Entonces, si Bastiat tiene razón, no debe permitírsele al gobierno robarles a los ciudadanos lo que es de ellos, violar su derecho a la propiedad privada.

¿Y cómo viola el gobierno el derecho a la propiedad privada de los ciudadanos? Por medio de la redistribución gubernamental del ingreso, quitándole a Pedro lo que, por ser producto de su trabajo, es de Pedro, para darle a Juan lo que, por no ser producto de su trabajo, no es de Juan.

El problema es que gobernar es sinónimo de redistribución gubernamental del ingreso, y en el caso de la 4T de cada vez más: en 2018 el 62.6% del gasto del gobierno fue gasto social (redistribución gubernamental del ingreso). En 2024 será el 67.7%.

Si lo dicho por Bastiat y Rand es cierto, entonces el cobro de impuestos con fines redistributivos es expoliación legal.

La amenaza para los contribuyentes es la total discrecionalidad del gobierno para cobrar impuestos y la enorme desproporción entre el control que el recaudador ejerce sobre los contribuyentes (grande), y el que los ciudadanos tienen sobre el gobierno (pequeño), elementos del Estado de chueco (de injusticia), antítesis del Estado de Derecho (de justicia).

Continuará.