La visión de los economistas

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Todos los meses el Banco de México levanta la encuesta de las expectativas de los economistas del sector privado. Ya tenemos los resultados de junio, que nos permiten saber cómo cambiaron esas expectativas después de la elección del 2 de junio. Para el análisis considero el promedio de las 40 respuestas recibidas por el banco central, y centro la atención en el crecimiento y la inflación, variables que nos dan la imagen de las condiciones generales de la economía.

En la encuesta de mayo la expectativa de crecimiento para 2024 fue 2.06% (1.40% la más pesimista, 2.60% la más optimista), y 1.84% para 2025 (0.97% la más pesimista, 3.23% la más optimista). En la encuesta de junio fue 2.00% para 2024 (1.00% la más pesimista, 2.50% las más optimista), y 1.68% para 2025 (0.80% la más pesimista, 2.20% la más optimista). La reducción en la expectativa para 2024 (de 2.06% a 2.00%), fue de 0.06 puntos porcentuales, el 2.91%, y para 2025 (de 1.84% a 1.68%), de 0.16 puntos porcentuales, el 8.70%.

A la pregunta por el crecimiento promedio de la economía en los próximos diez años (de 2025 a 2034), en la encuesta de mayo la expectativa fue 2.24% (1.80% la más pesimista, 3.33% la más optimista). En la de junio fue 2.14% (1.80% la más pesimista, 3.02% la más optimista). La reducción en la expectativa para los próximos diez años (de 2.24% a 2.14%), fue de 0.1 puntos porcentuales, el 4.46%.

En los tres casos (2024, 2025 y los próximos diez años), se deterioró la expectativa de crecimiento, pero marginalmente.

En la encuesta de mayo la expectativa de inflación para 2024 fue 4.27% (5.38% la más pesimista, 3.80% la más optimista), y 3.73% para 2025 (4.14% la más pesimista, 3.10% la más optimista). En la encuesta de junio fue 4.25% para 2024 (5.51% la más pesimista, 2.99% las más optimista), y 3.81% para 20, (5.04% la más pesimista, 3.29% la más optimista). La reducción en la expectativa para 2024 (de 4.27% a 4.25%), fue de 0.02 puntos porcentuales, el 0.47%. El aumento para 2025 (de 3.73% a 3.81%), fue de 0.08 puntos porcentuales, el 2.14%.

A la pregunta por la inflación promedio anual entre 2025 y 2028, en la encuesta de mayo la expectativa fue 3.70% (4.46% la más pesimista, 3.20% la más optimista). En la encuesta de junio fue 3.65% (4.20% la más pesimista, 3.10% la más optimista). La reducción en la expectativa para los próximos cuatro años fue de 0.05 puntos porcentuales, el 1.35%.

A la pregunta por la inflación promedio anual entre 2029 y 2032, en la encuesta de mayo la expectativa fue 3.60% (4.20% la más pesimista, 3.10% la más optimista). En la encuesta de junio fue 3.54% (4.10% la más pesimista, 3.00% la más optimista). La reducción en la expectativa para el período 2029 a 2032 fue de 0.06 puntos porcentuales, el 1.67%.

Los resultados de la elección de 2 de junio, con la mayoría calificada para Morena en el Congreso de la Unión, que para todo efecto práctico implica la desaparición de la división del poder entre el Ejecutivo y el Legislativo, no afectaron mayormente las expectativas de los economistas del sector privado en torno al crecimiento y la inflación. Cambios marginales hacia un menor crecimiento en 2024 y 2025 (malo), hacia una menor inflación en 2024 (bueno), y hacia una mayor en 2025 (malo). Todo sigue estando dentro de lo normal.

El problema es que la inflación seguirá siendo mayor que el crecimiento. Debería ser al revés.