Bibiana Belsasso

El asilo de Julian Assange

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso
Bibiana Belsasso
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Ayer, al mismo tiempo que la justicia británica buscaba extraditar a Julian Assange, fundador de WikiLeaks, a Estados Unidos, y que un tribunal de Reino Unido rechazara la petición de extradición planteada por ese país, en México el Presidente Andrés Manuel López Obrador asegura que le podríamos brindar asilo en nuestra nación.

"Voy a pedirle al secretario de Relaciones Exteriores que haga los trámites correspondientes para que se solicite al Gobierno de Reino Unido la posibilidad de que el señor Assange quede en libertad y que México le ofrece asilo político", anunció el Presidente en su rueda de prensa matutina.

Finalmente, la juez británica denegó la extradición; dijo que consideraba que el informático de 49 años presenta riesgo de suicidio o tortura en caso de llegar a Estados Unidos. Allí, el activista enfrenta 175 años de cárcel por la publicación de informaciones que llevaron a la opinión pública los crímenes de guerra cometidos en Iraq y Afganistán, o las torturas a las que son sometidos los detenidos en Guantánamo.

Para López Obrador, la decisión tomada este lunes por una jueza de Londres supone "protección" para Assange y una celebración, pero las autoridades estadounidenses no bajan la guardia al asegurar que fue un traidor a la patria y le acusan de espionaje por la filtración de documentos confidenciales.

No será fácil que Estados Unidos acepte esta decisión y peleará la extradición de Assange fuertemente por la vía legal, sobre todo con el cambio de Gobierno. Hace poco, Donald Trump hablaba de darle un indulto a Assange, pero la mayoría de las autoridades estadounidenses están en contra.

López Obrador también se ha mostrado "a favor" de que se le indulte a Assange, en un mensaje indirecto a su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, quien todavía lo puede hacer antes de abandonar la Casa Blanca.

La historia del Presidente López Obrador con Julian Assange se remonta al 2006, con los documentos filtrados por WikiLeaks, en donde se envían cables informativos entre las autoridades mexicanas y estadounidenses sobre los riesgos de tener al Presidente López Obrador en la oposición.

Hoy López Obrador considera que la mayoría de esos cables, fechados en el momento en que él estaba en la oposición, “eran violatorios de la soberanía, las libertades y de la democracia”.

El diario El País hace un recorrido interesante por los cables de WikiLeaks que involucran a López Obrador.

En uno de los cables, una agencia de seguridad estadounidense habla de quien podría conformar el gabinete de López Obrador en caso de ganar la Presidencia serían Rogelio Ramírez de la O, Juan Ramón de la Fuente y José María Pérez Gay. “Ninguno de los tres son radicales”, termina el comentario.

Se queda

una jueza  británica rechazó ayer la solicitud de Estados Unidos de extraditar al fundador de WikiLeaks, Julian Assange (en la imagen, durante su audiencia), para que enfrente cargos de espionaje, argumentando que podría suicidarse.
una jueza británica rechazó ayer la solicitud de Estados Unidos de extraditar al fundador de WikiLeaks, Julian Assange (en la imagen, durante su audiencia), para que enfrente cargos de espionaje, argumentando que podría suicidarse.Foto: AP

Pero también hablan de cómo las autoridades estadounidenses pusieron mucha atención a las protestas tras la victoria del presidente Felipe Calderón en 2006, cuando el Presidente Obrador acusó fraude y empezó la lucha y las protestas.

Los cables de WikiLeaks dicen que las agencias estadounidenses conocían que ningún resultado que no le diera la victoria en ese 2006 a López Obrador, lo aceptaría.

En los cables se lee cómo las autoridades estadounidenses estaban preocupadas de que las manifestaciones se radicalizaran.

En la información que se filtró en esos cables sobre López Obrador se habla de un perfil cercano a la izquierda en América Latina con Fidel Castro, en Cuba; Hugo Chávez, en Venezuela; Evo Morales, en Bolivia; Néstor Kirchner, en Argentina, y Michelle Bachelet, en Chile.

La cercanía de Assange con los gobiernos de izquierda es notable. Incluso, el informático estuvo resguardado en la Embajada de Ecuador durante un largo periodo. El hacker había obtenido la protección diplomática del Gobierno del país sudamericano, presidido entonces por Rafael Correa, y se mantuvo encerrado durante siete años en las dependencias de la sede diplomática en Londres.

Han pasado casi 14 años y decenas de publicaciones y Assange todavía es reclamado por la justicia estadounidense, donde se le acusa de 18 cargos de violación a la Ley de Espionaje de 1917 por obtener y publicar “información clasificada”, delitos por los que se enfrenta a 175 años de cárcel.

Estados Unidos acusa a Julian Assange de un delito de conspiración para obtener información de defensa nacional, siete delitos de obtención de información de defensa nacional, nueve delitos de revelación de información y un delito más de conspiración para la comisión de intrusión en computadoras.

Mientras el Presidente López Obrador le ofrece asilo a Julian Assange, habrá que ver cómo reacciona Estados Unidos ante esta oferta; se sabe que después de que México recibió con bombo y platillo al expresidente de Bolivia Evo Morales, salió del país sin ni siquiera despedirse. Se asegura que fue una petición del Gobierno de Trump para que Morales dejara el país.

El próximo 20 de enero asume Joe Biden la presidencia de Estados Unidos. Estamos en un momento donde la relación bilateral es tensa, el que se le dé asilo a Julian Assange en México es prácticamente imposible, y más aún cuando Estados Unidos reclama que lo extraditen a su territorio. Por ahora permanecerá en Gran Bretaña, pero, ¿qué pensarán las autoridades estadounidenses? Muy contentos no van a estar, y que no se nos olvide que es nuestro principal socio comercial.