Bibiana Belsasso

La FIFA abandona a Amir

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Bibiana Belsasso
 *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Desde hace cuatro meses, más de 450 personas han sido asesinadas por protestar y 14 mil más han sido detenidas, por salir a las calles a manifestarse para exigir justicia en Irán. Las mujeres no pueden en ese país ni siquiera quitarse el velo o traerlo mal puesto sin ser expuestas a que la policía moral pueda acabar con su vida.

La historia de Mahsa Amini puso en el ojo del mundo esas políticas iraníes.  Hace un par de meses esta joven de 22 años perdió la vida mientras estaba en custodia de la policía moral por utilizar el “hiyab inapropiado”. Poco después de entrar a la sede de la policía fue trasladada en coma al hospital y murió a los tres días. Las protestas se hicieron mundiales.

Amir Nasr-Azadani, un futbolista de 26 años, quien ha alzado la voz en favor de los derechos de las mujeres, fue condenado a muerte el pasado 13 de diciembre. La causa es que se manifestó en contra de las políticas de agresión a las mujeres de Irán. Poco ha sido apoyado el jugador sentenciado a muerte. En la final del Mundial ni un solo pronunciamiento, ni de sus colegas futbolistas ni de la FIFA, en su apoyo.

Amir simplemente acudió a diversas movilizaciones, emitió cánticos como otros miles de ciudadanos congregados, pese a las restricciones; sin embargo, su Gobierno lo acusa de ser uno de los tres hombres que asesinaron a un coronel durante una protesta ocurrida el pasado 17 de noviembre.

Fue acusado por el régimen iraní de un delito llamado moharebeh, es decir: “enemistad con Dios”, castigado con la ejecución en la horca, por la que ya han pasado otras dos personas desde que comenzaron las protestas.

Su condena a muerte ocurre en medio de la justa deportiva más importante en el mundo y que se realiza en el mismo lado del hemisferio, en Qatar, a mil 800 kilómetros de Irán, pero debido a los convenios, la Federación Internacional de Futbol ha decidido callar, pese a contar con el escenario, con los reflectores perfectos, para evitar la muerte del futbolista.

Recordemos que muchos futbolistas tienen patrocinios de países árabes que están de acuerdo con esas políticas.

Parece que solamente la Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales (Fifpro), ha pedido a las autoridades iraníes que eliminen la pena de muerte.

A través de un comunicado, expresó: “Fifpro está conmocionada y asqueada por las informaciones de que el futbolista profesional Amir Nasr-Azadani se enfrenta a la ejecución en Irán después de hacer campaña por los derechos de las mujeres y las libertades básicas en su país. Nos solidarizamos con Amir y pedimos la eliminación inmediata de su castigo”.

Mientras que en la plataforma change.org ya van casi tres mil firmas con la petición para evitar que el futbolista sea llevado a la horca, una pena que ya sufrieron los jóvenes Mohsen Shekari y Majid Reza Rahnavard, ambos de 23 años, por su participación en las movilizaciones y llevados ante la justicia, acusados de asesinar a militares, sin que se hayan presentado pruebas contundentes.

Condenado a muerte

El futbolista Amir Nasr-Azadani, de 26 años, fue sentenciado por el régimen de Teherán.
El futbolista Amir Nasr-Azadani, de 26 años, fue sentenciado por el régimen de Teherán.Foto: Especial

Hasta ahora, la FIFA se mantiene alejada del tema para evitar dañar la imagen del Mundial, pese a que está en juego la vida de un ser humano. El tema va más allá del juego en las canchas y los organizadores deben estar conscientes que en su mano está detener una injusticia y dar el ejemplo de que en el futbol se está en favor de los derechos de los individuos, como la libertad de expresión, el derecho a manifestarse, de alzar la voz.

Hasta el momento el Gobierno iraní ha dictado 11 sentencias de muerte en relación con las manifestaciones.

Amir es considerado un traidor por el régimen de Irán, uno de los más autoritarios en el mundo, y la familia del futbolista también ha sido amenazada repetidamente por las fuerzas de seguridad de la República Islámica.

Amir lo único que ha hecho es alzar la voz en favor de los derechos de las mujeres y en contra de los asesinatos, como el de Mahsa Amini.

Las autoridades iraníes han negado toda implicación en la muerte de Amini y aseguran que han reducido la represión y que realizan investigaciones. Lo cierto es que hoy la muerte de Amini no ha tenido justicia y ha quedado impune.

En Irán las mujeres están obligadas a cubrirse el pelo, y la “policía de la moral” les prohíbe llevar abrigos por encima de la rodilla, pantalones ajustados, colores brillantes o jeans rotos.

Según el artículo 638 del Código Penal Islámico de Irán: “todo acto que se considere ‘ofensivo’ para la moral pública está castigado con una pena de entre 10 días y dos meses de prisión, o 74 latigazos”. Las mujeres a las que se vea en público sin velo serán castigadas con una pena de entre 10 días y dos meses de prisión o una multa.

La ley se aplica a partir de niñas de nueve años, que es la edad mínima de responsabilidad penal para las menores en Irán. Pero de acuerdo con testimonios en diversos medios, en la práctica, las autoridades imponen el uso del velo a las niñas a partir de los siete años.

Hoy Amir Nasr-Azadani está muy cerca de perder la vida por participar en las protestas y, lamentablemente, aquellos que tienen la fuerza para poder parar esta ejecución no se han pronunciado. Hubiera sido muy valioso que en una final tan emocionante como la que vivimos el domingo, las autoridades máximas del futbol se hubieran pronunciado en favor de la vida de Amir.