La mamá de El Marro

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso
Bibiana Belsasso
Por:

Mamá de El Marro: ¿De casualidad no está mi Marriyo ahí?

Chola: Sí, aquí está el gü...

Mamá de El Marro: Ay Chola, mi Marro

me destroza mi vida.

Mamá de El Marro: ¿Sí comió?

El Marro: ¡Ey!

Mamá de El Marro: Mijo, ¿no te puedes

recoger para la casa, hijo?

El Marro: No, ay amá, no, yo no voy pá allá.

Esta llamada, filtrada el año pasado, puso de manifiesto, entre otras cosas, cuál es una de las debilidades del líder del Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL), José Antonio Yépez Ortiz, El Marro: su familia y, en particular, su madre, María Elva "N".

La familia (la suya por supuesto, con las demás son desalmados) casi siempre es importante para los narcotraficantes, sobre todo porque muchos de ellos provienen de hogares humildes y en ocasiones han sido sus madres los que los han sostenido y mantenido.

Dicen que hubo una época en que entre las leyes no escritas del narcotráfico se encontraba una que era intocable: nadie se metía con las familias, sobre todo con las madres, esposas, novias, hijas. Esa ley se fue difuminando con el paso de los años y el crecimiento de la violencia, al tiempo que se involucraba también cada vez más la familia en el propio negocio del narcotráfico. Hubo un tiempo, también, en que los viejos capos, tratando de seguir una historia que se hizo famosa con El Padrino y Michael Corleone, trataban de todas las formas posibles que algunos de sus hijos, y sin lugar a duda sus padres, estuvieran lo más alejados posible de sus negocios, querían darles una vida “respetable”. En un pasado remoto, algunos, muy pocos lo lograron.

Hoy eso es imposible por varias razones, primero porque suelen involucrar a toda su familia en sus negocios; segundo, porque el grado de violencia que desarrollan es brutal y alcanza casi siempre a sus propias familias y a la de sus rivales; y tercero, porque en el contexto de guerra entre organizaciones criminales que vivimos, el nivel de los operadores, y de la mayoría de los jefes es muy bajo. Pasan en unos meses del sicariato a ser capos, y la astucia y la complicidad se reemplaza por una violencia que no conoce reglas.

El cártel de El Marro es casi una descripción de todo esto. Comenzó y se desarrolló como una empresa familiar, donde se fueron incorporando padres, hermanos, primos, amigos, compadres, parejas. Eso lo hizo fuerte y, al mismo tiempo, lo debilitó, porque terminó siendo su flanco más débil. Algunos han dicho que la estrategia para derrotar a El Marro pasa por debilitarlo económicamente, es verdad, pero el hecho es que toda esa estructura económica era débil porque la manejaba su propia familia.

Yépez Ortiz es un hombre de orígenes relativamente humildes, que probó suerte en distintas organizaciones criminales y nunca pasó de niveles medios. Cuando regresó a Guanajuato y se comenzó a dedicar al huachicol, con muchas complicidades locales, fue cuando su suerte cambió. Pero nunca cambió de lugartenientes o de la gente en quien confiaba: siempre eran los suyos, los muy cercanos. Su familia.

Por eso el sábado el golpe que recibió fue devastador, como se comprobó en los videos que el propio Marro subió a redes después de que fuera detenida su madre, su hermana y su prima, consideradas operadoras financieras del grupo criminal, María Eva "N", madre de El Marro, Rosalba "N", alias Rosy, y Juana Erika "N", alias La Güera, detenidas por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en coordinación con la Guardia Nacional y Fiscalía General del Estado de Guanajuato, junto con otros 50 operadores del cártel, la tarde del 20 de junio del 2020.

La Güera, según inteligencia federal, es una integrante clave y de importancia capital para el CSRL, ya que era considerada la principal operadora financiera y era quien financiaba a las células de sicarios del cártel.

Son su debilidad

José Antonio Yépez, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, difundió un video en el que amenazó con escalar la violencia luego de su madre, María, su hermana Juana y su prima Rosalba (abajo, de izq. a der.) fueran detenidas por las autoridades el pasado fin de semana en Guanajuato.
José Antonio Yépez, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, difundió un video en el que amenazó con escalar la violencia luego de su madre, María, su hermana Juana y su prima Rosalba (abajo, de izq. a der.) fueran detenidas por las autoridades el pasado fin de semana en Guanajuato.Foto: Especial
José Antonio Yépez, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, difundió un video en el que amenazó con escalar la violencia luego de su madre, María, su hermana Juana y su prima Rosalba (abajo, de izq. a der.) fueran detenidas por las autoridades el pasado fin de semana en Guanajuato.
José Antonio Yépez, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, difundió un video en el que amenazó con escalar la violencia luego de su madre, María, su hermana Juana y su prima Rosalba (abajo, de izq. a der.) fueran detenidas por las autoridades el pasado fin de semana en Guanajuato.

Ella se encargaba de comercializar grandes cantidades de combustible robado, así como del material, equipo o electrodomésticos robados a los camiones de transporte, y junto con Rosalba "N", La Rosy, se encargaban de la adquisición y repartición de las mantas que se colocaban con mensajes en contra de autoridades o grupos rivales. Manejaban a la gente para realizar bloqueos e incendios en las comunidades, y concentraban el dinero y el pago de nómina para los principales operadores y halcones del cártel.

Buena parte de las tareas de cooptación de autoridades locales también eran manejadas por ellas, lo mismo que muchas tareas de reclutamiento de sicarios y operadores. Las dos eran de absoluta confianza de El Marro y eso les daba la posibilidad de decidir acciones con un amplio margen de autonomía.

La caída de La Güera y La Rosy es un golpe tanto operativo como sentimental para El Marro y la organización criminal, ya que afectan su actividad financiera y operativa, pero también lo afectan en forma muy personal, como se vio en dos videos subidos por él, al propio jefe de la organización.

La situación financiera de El Marro y del CSRL es crítica, por las constantes detenciones de integrantes de importancia del grupo criminal y los diversos aseguramientos por parte de las autoridades, pero todo indica, según fuentes de inteligencia, que su integridad emocional está más deteriorada aún.