En México sale barato matar

En México sale barato matar. Nos parece espantoso y lo es, los 200 muertos que se han dado en la franja de Gaza en la última semana y media.

Pero en nuestro país, el pasado viernes, sábado y domingo fueron asesinadas 283 personas.

Y entre más se polariza el país y el crimen organizado buscar fortalecerse, mayor es el número de personas que Estamos rompiendo el terrible récord de candidatos asesinados y todavía faltan 18 días de campaña, 18 días en donde la violencia se intensifica por horas.

Son las elecciones más grandes en la historia de nuestro país, se renovarán casi 20 mil cargos de elección, así como 500 curules en la Cámara de Diputados.

Hay candidatos muy valiosos, pero también con tantos cargos de elección popular, el crimen organizado se se ha metido, ya sea en la participación política o en eliminar a quien no les conviene.

Y entre más nos acercamos al 6 de junio, el escenario político para los candidatos, principalmente para los que se postulan a alguna alcaldía o congreso local, se torna más peligroso.

El domingo pasado fue asesinado José Alfredo Gaspar Gutiérrez, abanderado por Morena a la presidencia municipal de Misantla, Veracruz. Estaba abandonado en un camino vecinal que coincide con el basurero de Martínez de la Torre.

Alfredo Gaspar fue reportado como desaparecido el 13 de mayo, hasta el momento la Fiscalía del estado indicó que cuenta con dos líneas de investigación, una de ellas tiene que ver con su actividad política.

El asesinato de Abel Murrieta, candidato por Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Cajeme, Sonora, quien recibió 10 balazos, dos de ellos en la cabeza, mientras repartía volantes, como parte de sus actos de campaña en Sonora, ocurrió el jueves 13 de mayo.

Abel Murrieta fue procurador de Justicia de Sonora de 2004 a 2012, también fue diputado federal de 2015 a 2018, y era asesor legal de la familia Lebarón, la misma que desde 2019 clama justicia por el asesinato de nueve de sus integrantes: tres mujeres y seis niños.

Violencia en aumento

Este crimen y el hecho de que no se ha detenido a los responsables, fue una de las razones por las cuales el abanderado a la gubernatura, Ricardo Bours, decidió declinar su candidatura y adherirse a la de Ernesto Gándara Camou. Esto sin duda podría darle la vuelta a la elección en Sonora.

El más reciente reporte de Etellekt Consultores detalla que, del 7 de septiembre de 2020 (cuando inició el proceso electoral) hasta el 13 de mayo, ocurrieron 563 hechos delictivos contra políticos y candidatos, de los cuales 83 políticos han perdido la vida en atentados, 32 de ellos aspiraban a un cargo.

Ante este panorama, a 65 aspirantes se les proporcionó protección con elementos de la Guardia Nacional o policías estatales.

Veracruz es la entidad que más agresiones registra en los últimos siete meses, con 45 víctimas. Otras 10 entidades concentran el 64% de las víctimas por agresiones: Guerrero, con 23 casos; Oaxaca, 20; Michoacán, 20; Puebla, 18; San Luís Potosí, 15; Estado de México, 14; Tabasco, 14; Quintana Roo, 12; Ciudad de México, 11, y Guanajuato, 10.

Un día después del caso de Abel Murrieta, dos sujetos a bordo de una motocicleta atacaron con armas de fuego la camioneta de Óscar Rosas González, candidato de la coalición PRI, PAN y PRD a la alcaldía de Ciudad del Carmen, en Campeche. A bordo iba la esposa del candidato, Viridiana Suárez, quien resultó ilesa tras bajar de la unidad minutos antes para hacer proselitismo con vecinos de la colonia Santa Rita.

En este recuento de violencia política, no podemos dejar de mencionar lo ocurrido al candidato del PRI, Guillermo Valencia. El sábado 8 de mayo un grupo armado atacó la camioneta del aspirante a la alcaldía de Morelia, Michoacán, cuando circulaba en la calle Constelaciones del fraccionamiento Cosmos.

A bordo iban tres integrantes de su equipo de campaña, entre ellos, su hermano René Valencia, quien resultó ileso, mas no así uno de los tripulantes, quien fue trasladado a un hospital de la zona al sur de la capital michoacana.

Por el ataque a su candidato, el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, aseguró que “no podemos permitir que mediante la violencia quieran imponer autoridades, intimidando a nuestros candidatos”.

El mismo día del asesinato de Abel Murrieta, pero en la madrugada, hubo otra agresión contra otro candidato en Jalisco.

Un grupo armado atacó el domicilio de Roberto Albarrán, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la alcaldía de Tlaquepaque. En el lugar ubicado sobre la calle Rafael Delgado en la colonia SUTAJ, en la zona Olímpica, del municipio de Guadalajara, personal forense aseguró casquillos de armas cortas y afortunadamente no hubo personas lesionadas, sólo daños materiales.

En este proceso electoral las amenazas a través de redes sociales, mensajes SMS o llamadas telefónicas para obligar a los aspirantes o candidatos a retirarse de la contienda o renunciar a sus candidaturas han sido el principal instrumento de violencia. Etellekt Consultores detectó este modus operandi en 172 víctimas, de las cuales 133 eran aspirantes o candidatos, de ellos 17 renunciaron a sus aspiraciones políticas después de haber recibido amenazas en contra de su integridad y la de sus familias.

Un claro ejemplo de esta situación ocurrió en Campeche. El 12 de mayo la candidata a la presidencia municipal de Tenabo, de la coalición Va por México, Karla Uc Tuz, denunció amenazas en su contra y de su familia.

También dijo que hombres en motocicleta la persiguen en sus recorridos de campaña. La candidata informó que interpuso una denuncia por las amenazas ante la Fiscalía General de Justicia del Estado.

Un día antes, el 11 de mayo, se denunció otro caso de intimidación en Puebla. La candidata de Morena a la presidencia municipal de Nealtican, Laura Limón Molina, aseguró ser víctima de violencia de género en redes sociales por parte de sus rivales políticos, pero lo que más le preocupaba era que las agresiones subieran de tono y afectaran su integridad o la de su familia, por lo que pidió protección al Instituto Electoral del Estado y al Gobierno estatal.

Esta violencia no va a parar, hay que denunciarla, pero también las autoridades tienen que castigar a los culpables. Casi no hay responsables de todos estos asesinatos, los criminales se sienten impunes, y la verdad es que en muy pocas ocasiones pagan por los asesinatos cometidos.

Reitero, en México sale barato matar.