Violencia en las ciudades: con o sin guerra

BAJO SOSPECHA

BIBIANA BELSASSO
BIBIANA BELSASSO
Por:
  • Bibiana Belsasso

Hace unos días le mostré los resultados de un estudio del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal (CCSPJP), en el que se identificaba a las 50 ciudades más violentas en todo el orbe.

De este Top 50, 19 están en México, y de las diez que están en la cima, seis están en nuestro país.

Sin embargo, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) señaló que es inexacto el ranking 2019.

En este ranking 2019, de las 50 ciudades más violentas elaborado por el CCSPJP, Tijuana aparece por tercer año consecutivo. Con una población de más de 1.7 millones de personas, registró dos mil 367 homicidios, es decir, una tasa de 134.24 asesinatos por cada 100 mil habitantes.

Y es que la ciudad fronteriza es una de las más prolíficas para el trasiego de estupefacientes. Tan sólo en el último día de abril fueron ejecutadas al menos 10 personas, entre ellas una mujer que fue decapitada.

La lucha que se está dando entre el Cártel de Sinaloa (CDS) y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) por controlar el mercado de drogas en Tijuana ha ocasionado el aumento de la violencia en la región.

Para la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana el ranking que indica que casi 40 por ciento de las ciudades más violentas del mundo son mexicanas, se basa en cifras estimadas, ya “que al cierre de su estudio no disponía de la información de víctimas de homicidio doloso para 2019 publicada por Inegi. Por ello, utilizaron un método de estimación”.

A través de una tarjeta informativa, la SSPC señala que la aproximación del Consejo Ciudadano rebasa por mucho la estadística oficial de homicidios dolosos en México. En promedio, su estimación sobre la tasa de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes es 19% mayor respecto a la tasa calculada con cifras oficiales del SESNSP.

“La información que publica mensualmente el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) se basa en presuntos hechos delictivos registrados en carpetas de investigación y que son reportados por las fiscalías y procuradurías estatales al SESNSP”.

Según la SSPC, el ranking “no incluye ciudades con menos de 300 mil habitantes. Esto es notorio porque puede haber ciudades muy violentas en el mundo que son descartadas sólo por tener poca población”.

Además, no se incluye a ciudades de países en conflicto, como Siria, Afganistán, Sudán o Yemen. La realidad es que la situación que vivimos en México es diferente a la de estos países.

Les voy a contar lo que se vive en Siria, Afganistán y Sudán.

Las ciudades de Siria no entraron  en la lista por estar en conflicto. Y es que lo que comenzó como un levantamiento contra el presidente Bashar al-Asad se convirtió en una brutal guerra civil. Eso es lo que sucedió.

El levantamiento se extendió por todo el país, exigiendo la renuncia del presidente Al-Asad.

"La oposición", es decir, quienes desean la destitución del presidente Al-Asad, está formada por numerosos grupos rebeldes integrados por diversos tipos de personas. Estos grupos incluyen tanto combatientes rebeldes moderados y seglares como el Ejército Libre Sirio, así como grupos islamistas y yihadistas.

Entre estos últimos han figurado tanto el autodenominado Estado Islámico (EI) como el Frente al Nusra, un grupo que en sus comienzos estaba afiliado a Al Qaeda y que a principios de 2017 se fusionó con otros cuatro grupos islamistas para convertirse en Tahrir al Sham.

Pero los combatientes del EI terminaron creando "una guerra dentro de una guerra", enfrentándose tanto a la oposición moderada, a otros grupos islamistas, así como a las fuerzas del gobierno.

A partir de 2014, Estados Unidos, junto con Reino Unido, Francia, y otros seis países, dirigieron incursiones aéreas contra el EI en Siria, pero evitando atacar a las fuerzas del gobierno sirio.

De acuerdo con el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, desde marzo de 2011 al mismo mes de 2018, habrían muerto hasta 498 mil personas, aunque la cifra podría ser más alta debido a los problemas para acceder a determinadas áreas del país.

La guerra ha provocado la huida de más de 5 millones de personas, según cifras del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

En el caso de Afganistán, el conflicto inició tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York, que mataron a casi tres mil personas.

Osama Bin Laden, jefe del grupo islamista Al Qaeda, fue rápidamente identificado como el responsable.

Sin freno

Policías estatales y municipales laboran en la zona donde seis hombres fueron asesinados a balazos la noche del sábado en el municipio de Emiliano Zapata, Morelos, aparentemente en un ajuste de cuentas entre grupos rivales del narco.
Policías estatales y municipales laboran en la zona donde seis hombres fueron asesinados a balazos la noche del sábado en el municipio de Emiliano Zapata, Morelos, aparentemente en un ajuste de cuentas entre grupos rivales del narco.Foto: Cuartoscuro

Los talibanes, islamistas radicales que dirigían Afganistán y protegían a Bin Laden, se negaron a entregarlo, por lo que un mes después del 11 de septiembre Estados Unidos lanzó una ofensiva que comenzó con ataques aéreos sobre Afganistán.

Cuando otros países se unieron a la guerra, los talibanes fueron rápidamente desplazados del poder. Pero no desaparecieron, se atrincheraron y su influencia volvió a crecer.

El caso de Sudán es crítico, ya que ha sufrido por guerras civiles intermitentes desde el momento en que el país, el mayor de África, se independizó de Gran Bretaña en 1956.

Los enfrentamientos tienen su origen en décadas de enorme desproporción entre el desarrollo del norte, árabe e islamista, y las comunidades negras del sur, cristianas y animistas.

Pero el conflicto también es por el control de los recursos naturales. En el norte se concentra la actividad comercial y agrícola, las redes de transporte terrestre y marítimo, mientras que el sur alberga las fértiles tierras de Renk, la zona petrolífera de Bentiu y los yacimientos de níquel y uranio.

En el caso de la guerra de Yemen, está considerada como la mayor crisis humanitaria del mundo. Según datos publicados por ACNUR, sólo en 2018 se reportaron más de 4 mil 800 civiles muertos o heridos en el país. La quinta parte eran niños.

El conflicto ha obligado a casi 15% de la población (alrededor de 4.3 millones de personas) a huir de sus hogares. Esto incluye a 3.3 millones de personas que permanecen desplazadas en todo el país.

El conflicto también tiene sus raíces en la Primavera Árabe de 2011, cuando un levantamiento forzó al presidente Ali Abdullah Saleh a dejar el poder en manos de su vicepresidente, Abdrabbuh Mansour Hadi.

Muchos yemeníes, sunitas incluidos, apoyaron a los hutíes, y a finales de 2014 y principios de 2015 los rebeldes tomaron Saná, la capital, forzando a Hadi a irse al exilio.

El conflicto escaló dramáticamente en marzo de 2015, cuando Arabia Saudita y otros ocho países árabes, mayoritariamente sunitas y apoyados por Estados Unidos, Reino Unido y Francia, lanzaron ataques aéreos contra los hutíes con el objetivo declarado de restaurar el gobierno de Hadi.

En México no estamos en guerra, pero el domingo hubo 117 asesinatos, más que en muchos de los países que sí lo están.