El complot II

SOBRE LA MARCHA

CARLOS URDIALES
CARLOS URDIALES
Por:
  • Carlos Urdiales

Nadie cuenta bien enfermos ni muertos, ni aquí ni en el mundo; que tanto es tantito decrecimiento económico; quien necesita pruebas para volver a la normalidad si la realidad ya es electoral. Ahora se trata de liberales contra conservadores. A minorías rapaces, fifís, mezquinos, conservas, ensarapados y corruptos se les pide no ningunear la investidura que desde Palacio Nacional anuncia: El complot II.

Mientras las pruebas masivas para domar la pandemia no llegan, la estadística de mortandad por Covid-19 es un misterio y los asesinatos diarios implantan récords; el poder parece haberse metido de lleno a hacer campaña electoral para junio del próximo año y evitar que coronavirus, recesión, desempleo e inseguridad le propinen un susto durante los comicios intermedios u otro peor en la consulta popular en marzo de 2022.

Adelantar tiempos electorales ayuda cuando los puentes se cierran. El desdén a empresarios y sus propuestas para que la crisis económica no sea más profunda, inhibe la reactivación interna y dilata la recuperación. El reparto de dinero será constitucional pero el presupuesto es finito.

Mientras tanto, la aritmética legislativa de Morena se exhibe en pos del otrora criticable mayoriteo.

Descalificar señalamientos por origen ideológico no por la veracidad o falsedad de sus argumentos es recurso para quienes comienzan a resentir el costo por incumplir expectativas. Les ha ocurrido a todos sin excepción.

Descubrir que para transformar se demanda ciencia, pericia técnica, expertos y experiencia en políticas públicas, mediciones y referentes para mejorar y avanzar hacía un desarrollo con bienestar, justica, legalidad, inclusión y pluralidad en democracia, no está reñido con la honestidad será una maduración paulatina.

Muchos temas ocupan al México solidario y fraterno como para regatear lo inmediato; la violencia sin freno, los 12 millones de fuentes de ingreso suspendidas durante la pandemia, la viabilidad de los proyectos de infraestructura, de frente a una coyuntura que llegó fuera de toda previsión, un cisne negro que aguó la fiesta a todos.

Como sea, se echa de menos el movimiento amplio, plural e incluyente por el que 30 millones votaron apenas en 2018.