Daniel Alonso

Déjà vu

ARQUETIPO FUTBOL

Daniel Alonso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Daniel Alonso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Restan sólo dos semanas para el final de la temporada regular del torneo Clausura 2023 de la Liga MX y la sensación de revivir las mismas sensaciones del pasado, es inevitable.

Es urgente la renovación de la que tanto se discutió hace apenas cuatro meses cuando el futbol mexicano estallaba en lamentaciones tras el fracaso en Qatar. Para bien o para mal, la referencia de lo sucedido en el Mundial pasado es lo que rige el presente de la liga; el eslogan del torneo pudo ser tranquilamente: Fracaso Qatar Clausura 2023.

Pero que se puede esperar si hoy matemáticamente 16 de los 18 equipos aún pueden clasificarse a la siguiente ronda del torneo. Mazatlán, que ha sido cheque al portador durante todo el torneo, está eliminado del certamen. Junto al equipo de Salinas Pliego, aparece el Querétaro que por temas del “descenso” que no existe, no podrá jugar fase de reclasificación en caso de terminar en dichos puestos. Ya será en la última jornada cuando la emoción crezca en los duelos definitorios para ver qué equipos entran por la puerta de atrás a la liguilla.

Dentro de lo rescatable del torneo, es la noticia de que las Chivas parecen haber puesto las primeras piedras de un verdadero proyecto deportivo. Con sólo tres derrotas en el torneo, una de ellas muy dolorosa ante el América, el Rebaño de Veljko Paunović se encuentra en cuarto lugar general a nada de lograr el pase directo a los cuartos de final. Más allá de los números, el funcionamiento comienza a ser más estable y las victorias que han conseguido, están lejos de la casualidad; el serbio, desconocido hasta hace unas semanas en México, comienza a conquistar a su afición y a convencer al medio mexicano.

También hay que destacar el trabajo de los entrenadores mexicanos Víctor Manuel Vucetich e Ignacio Ambriz con Monterrey y Toluca, respectivamente. Así como los argentinos Fernando Ortiz y Nicolás Larcamón, que recientemente se enfrascaron en un pleito bastante caliente cuando América y León se enfrentaron en el Azteca. Estos cinco equipos son los que levantan la mano para llevarse el trofeo y arrebatarle al Pachuca, que ha caído en un bache, el ansiado bicampeonato.

Realmente es muy poco lo emocionante o lo atractivo que ha resultado el torneo, que ha coincidido con el posicionamiento de las plataformas digitales y TV restringida en el futbol mexicano. Tan sólo el 35% de todos los juegos del torneo ha sido por televisión abierta y con ello, México se transformó en el país en donde resulta más costoso ver su liga local.

Pero ni esta restricción ha hecho que la afición regrese a los estadios. En su portal oficial, la Liga MX destaca con bombo y platillo que el juego entre América y Cruz Azul rompió récord de asistencia en el actual torneo, con un total de 66 mil aficionados; hasta la fecha el Azteca no ha registrado un lleno total. Por su parte, el buen paso de Chivas le ha permitido un promedio de asistencia del 50%, pero ni el clásico ante América logró abarrotar el estadio. En épocas pasadas, en dichos encuentros era difícil encontrar una butaca vacía.

Se extingue el torneo posfracaso mundialista, lejos de la emoción de una nueva Liguilla o ver quién será el próximo campeón, la verdadera expectativa será saber si el formato de nuestra liga será el mismo déjà vu de siempre. El negocio va de la mano con la satisfacción del consumidor y hoy, el aficionado luce medianamente feliz.