Daniel Alonso

El ocaso de un grande

ARQUETIPO FUTBOL

Daniel Alonso *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Daniel Alonso 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Nadie puede dudar de la gran historia que tiene una de las instituciones deportivas más importantes del futbol mexicano, las Chivas del Guadalajara. Reconocido como el más popular de México y orgullo nacional, el club tapatío acumula ya casi cuatro años navegando en la mediocridad, arrastrando el prestigio y pasado del equipo. El presente luce más lleno de incertidumbre.

Apenas el fin de semana pasado, el Guadalajara anunció el final de la relación laboral con Víctor Manuel Vucetich, uno de los mejores entrenadores que ha tenido nuestra liga en toda la historia y conquistador de títulos con casi todos los equipos que tuvo bajo su mando. Pero ni siquiera el Rey Midas pudo con el enigmático equipo de las Chivas.

Pero ¿por qué se ha vuelto tan difícil conseguir la regularidad con el Guadalajara? El tema económico no parece ser la barrera, ya que la inversión que han hecho en los últimos años está casi al nivel de Tigres o Monterrey. El proyecto deportivo de las Superchivas 2.0, obra de Peláez y Amaury Vergara, se diluyó poco a poco. Los casi 40 millones de dólares no alcanzaron ni para jugar una final.

¿Malos entrenadores? En los últimos años estuvieron al mando del equipo Ignacio Ambriz, Luis Fernando Tena, volvió Chepo de la Torre, Boy, Coyote, Cardozo, Vucetich, etc. Sólo la gestión de Almeyda destaca (2015-2018), el club consiguió cierta estabilidad deportiva y el fruto fueron sus últimos títulos.

¿La culpa es del presi y Peláez? Se ha señalado a Ricardo Peláez como el culpable de que no haya cuajado el proyecto. Pero me parece que las funciones por las que se le contrató han sido bien ejecutadas en su mayoría. De Amaury tampoco hay mucho que decir, parece incluso que permite a su equipo trabajar con libertad, incluso más que su padre. Tal vez por ahí se le podría señalar que no tiene la presencia ni el peso que llegó a tener Jorge en algún momento.

Los más señalados por la prensa deportiva y los propios seguidores del Rebaño son los jugadores. Constantes indisciplinas, bajas de juego y la percepción de no involucrarse pasionalmente con el club y sus colores, es lo que se le reprocha a los estelares de este deporte. ¿Influye el hecho de que son únicamente mexicanos? Tal vez. El propio Vucetich mencionó que era muy complicado encarar el torneo sólo con nacionales y le llovieron críticas y jitomates por todos lados.

Una mezcla de malas decisiones por todos lados. Si bien era muy complicado que Almeyda continuara en Chivas, la directiva se aferró a buscar un perfil contrastante. Tomás Boy o Tena no son malos entrenadores, pero el futbol ha evolucionado en aspectos emocionales y mentales y con las características de un club como las Chivas que no puede reforzarse con 15 extranjeros como Tigres o Monterrey y que debe apelar a sus fuerzas básicas y a los refuerzos mexicanos, debe buscar un perfil acorde a eso.

Ahí falló la directiva. Los jugadores también han fallado por las innumerables indisciplinas que han mermado su carrera. Probablemente ahora se encuentren más concentrados, lejos de las fiestas y las redes sociales que se volvieron un martirio para el club. Pero también dejaron escapar el tiempo que no vuelve. Ahora, la directiva busca al sustituto ideal y mientras Amaury y Peláez preparan el anuncio bomba, el América ya los espera con los brazos abiertos el próximo sábado en el Azteca.