Sufrimiento

Para unos, valió la pena. Para otros fue nuevamente el camino que irremediablemente conduce a la desilusión. No cabe duda de que cuando Pumas y Cruz Azul se cruzan en Liguilla, los aficionados tendrán que prepararse para inevitablemente sufrir. Lamentablemente para los aficionados del Cruz Azul, el tema ya tiene tintes macabros.

Señalar culpables ya tiene sentido. Ya no están los Álvarez o los Garcés, ya no se escuchan los ecos del manejo de promotores. Ahora simplemente todo quedó en manos del entrenador Robert Dante Siboldi quien simplemente no logró romper la inercia de la catástrofe anunciada cuando en el minuto tres Juan Ignacio Dinenno metía el primero de cuatro goles en Ciudad Universitaria. Era el anuncio de la tormenta y el mensaje claro que los Pumas en Ciudad Universitaria, siempre pone resistencia.

Las críticas han tundido al entrenador celeste y al parecer será cuestión de días para que se anuncie el cese de Robert Dante Siboldi. Después de las buenas cuentas que el uruguayo ha entregado al club, pareciera una injusticia que, por una pésima tarde, tenga que abandonar el cargo. Pero las historias deportivas que han otorgado el beneficio de la duda, históricamente no terminan bien. Acaso el Paris Saint-Germain le permitieron a Unay Emery continuar como entrenador después de la remontada del Barcelona en aquel 6-1 de infarto.

Del lado azul y oro, el desenlace fue lo opuesto. Después del que parecía un marcador contundente e irreversible, el equipo dirigido por Andrés Lillini encontró la fórmula para reponerse y no fue otra más que confiar en la naturaleza del futbol, un deporte tan impredecible como maravilloso.

La mesa está servida para una gran final entre León y Pumas, entre el mejor equipo del torneo y el segundo sembrado de la general. Los del Bajío son favoritos en las apuestas y no es para menos, la vuelta en León es un plus que podría ser determinante en la serie. Pero los Pumas después del sufrimiento que significó salir derrotados del Azteca 4-0 y lograr remontar el marcador, no serán presa fácil para los dirigidos por Ignacio Ambriz.

Y es justo ahí en los banquillos donde la partida comenzará a jugarse. Nacho Ambriz parece haber encontrado el punto de madurez y el presente torneo, parece el escenario perfecto para que el entrenador del León pueda de una vez por todas, bordarse su primera estrella como campeón. Las derrotas y el impacto que traen consigo, también tiene su lado positivo, y durante la Liguilla Ambriz ha dejado claro eso, que sus pupilos ya saben cómo encarar esta fase y no pueden darse el lujo de perder otra final en casa. En la otra cara está el debutante cuerpo técnico de Pumas, que encararán la final más desde lo emocional que desde lo táctico.

León y Pumas, dignos finalistas, no me queda más que agradecer el gran futbol y los emocionantes duelos que ambos equipos nos regalaron durante la temporada, logrando que la pandemia fuese más llevadera desde casa, y eso, vale más que cualquier título.