ARQUETIPO FUTBOL

Vista de Lobo

ARQUETIPO FUTBOL

Daniel Alonso *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Daniel Alonso 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Si consideramos que los ciclos mundialistas duran cuatro años, se entendería que el proceso de Gerardo Martino se encuentra prácticamente comenzando la segunda fase. La primera parte fue positiva, sobre todo porque el discurso del Tata era totalmente opuesto al de su predecesor, el colombiano Osorio, y muy pronto todo mundo se olvidó de las rotaciones; pero ya en esta etapa de la “era Martino”, el Tri ha generado más dudas que certezas.

Ojos nuevos, vida nueva. Ésa sería la premisa con la que retomaría el trabajo si yo fuese el Tata Martino después de la cirugía que le impidió al seleccionador viajar con la selección a Costa Rica y Panamá. Nada es casualidad en esta vida, y acercándonos un poco al mundo de la metafísica, en donde la curación mental es igual de importante que los tratamientos de la ciencia médica, se entendería que alrededor de Gerardo Martino había muchas cosas que no quería ver.

Los ojos representan la capacidad de ver con claridad el pasado, el presente y el futuro. Y justo cuando el mañana era muy turbio, Raúl Alonso Jiménez, el jefe de la manada, está de regreso con la Selección Mexicana y aún más importante, se reencontró con el gol (de soberbia calidad) apenas hace una semana. En propias palabras del atacante de los Wolves, volver a marcar significó un alivio y sentirse nuevamente futbolista.

Además del regreso de Raúl, el cuadro tricolor también se reencontrará con su afición en el Estadio Azteca. Así que todo parece cuadrar para que mañana en la noche, México tenga listas todas sus armas para enfrentar al cuadro revelación de la eliminatoria, el conjunto de Canadá, y aunque en el papel podría leerse exagerado que nos “preocupemos” por enfrentar a un equipo que nunca ha sumado siquiera un punto en el Azteca, creo que los canadienses pueden dar mucha batalla.

Los números de la eliminatoria no mienten. Los dirigidos por John Herdman marchan en segundo sitio con una victoria y dos empates (incluyendo un 0-0 contra Estados Unidos), y en caso de dar la campanada en la Ciudad de México, se apoderarían del liderato. Más allá del invicto, el juego del equipo de la “hoja de maple” ha sido de lo más agradable en los últimos duelos presentados por toda la Concacaf. Con una base de jugadores de la MLS, con dos exintegrantes de la Liga MX, el atacante Lucas Cavallini y Stephen Eustáquio, además su máxima figura, Alphonso Davies (Bayern Múnich), forman una mezcla que ilusiona a una minoría en Canadá.

Podemos apostar que Gerardo Martino no se guardará nada. Es el momento idóneo para recuperar la confianza absoluta de sus jugadores y de la afición. ¿Y la prensa deportiva? Eso es lo que menos deberá inquietarle al equipo. El periodismo deportivo está diseñado naturalmente para siempre sufrir y siempre quejarse.

Más importante aún, es romper con esa sequía de los goleadores del equipo que se ha vuelto una jaqueca para todos. Mañana el tridente que ilusiona a todos debería ser el artefacto que rompa con ello; Hirving Lozano, quien llega también en muy buena racha desde Italia, Jesus Tecatito Corona y el “9” que todo México echaba de menos, Raúl Jiménez, serán los estandartes del gol frente a Canadá y la apuesta de Martino para ese nuevo comienzo en la eliminatoria rumbo a Qatar.