Mal, van en Morena: Noroña acusa a AMLO

Mal siguen las cosas en Morena: por un lado, su dirigente nacional, Mario Delgado, advirtió que, si PT y PVEM no retiran las candidaturas de Ricardo Mejía y Lenin Pérez, y respaldan la de Armando Guadiana, en la entidad norteña, no irán con el guinda en la presidencial del año próximo y, por otro, el diputado petista Gerardo Fernández Noroña, acusó al Presidente de promover el sectarismo y la exclusión, al ignorarlo como la quinta “corcholata” que es.

A la inminente derrota en Coahuila frente al priista Manolo Jiménez, que va en coalición con PAN y PRD, en la vecina entidad mexiquense se asegura que grupos priistas recibieron órdenes de apoyar la candidatura de Delfina Gómez, con el ofrecimiento de un cargo en el próximo gabinete de una “corcholata”, se suma la imputación de Fernández Noroña a AMLO y su señalamiento de que mientras tres de las “corcholatas” militaban en el PRI y una estaba en su cubículo en la UNAM, él permaneció en la izquierda y no puede ser que el Presidente lo discrimine.

DE ESTO Y DE AQUELLO...

Tal y como se esperaba, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, forman la dupla que empezó a descarrilar el proceso presidencial interno de Morena, decidido tiempo atrás en una mañanera: el canciller con su insistencia en exigir reglas, encuesta y debate y el legislador con su reiterada advertencia de que si hay encuesta —vulgo “dedazo” — él se retira y preferirá “no ser nada y no traicionar al Presidente”, como anticipó.

Sorpresivamente, el PVEM destapó su “corcholata” y su dirigente, la diputada Karen Castrejón, anunció que ese partido, que es actualmente, junto con el PT, uno de los aliados electorales de Morena —como lo fuera del PRI y del PAN en el pasado— propondrá a Manuel Velasco Coello, senador y exgobernador de Chiapas, como su candidato a la Presidencia de la República.

Los primos poblanos que aspiran a la gubernatura de Morena en su estado, Ignacio Mier Velazco, líder de la bancada de ese partido en la Cámara de Diputados, y Alejandro Armenta Mier, presidente del Senado, ya no saben qué hacer o decir en la competencia familiar en que están enfrascados por la postulación.

Uno, en San Lázaro, colgándose de cuanto declara o propone el Presidente, como la inútil consulta para que “el pueblo vote” si los ministros de la Corte deben ser electos, como éste propuso en una mañanera y, otro, con la “denuncia” en la sede senatorial de que recibió una “amenazante llamada” supuestamente del celular de la presidenta de la Corte, Norma Lucía Piña Hernández, que lo ubicó en blanco de mofas en redes sociales.