Noroña y el poder

LAS BATALLAS

Francisco Reséndiz*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Francisco Reséndiz
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Gerardo Fernández Noroña tiene 64 años y es un tipo muy inteligente. Perteneciente a una pequeña elite de personajes (si no imaginarios sí fantásticos) que han transitado por la política mexicana -desde Pancho Cachondo hasta la Tigresa- que ha sabido medrar a partir de la inconformidad y la lucha social hasta encumbrarse en la clase política nacional.

Lo vi por primera vez en 1996, a las afueras de Palacio Nacional, cuando esquivó al Estado Mayor Presidencial y se arrojó a los pies del entonces Presidente Ernesto Zedillo, quien de inmediato lo ayudó a incorporarse. “Joven, póngase de pie”, le habría dicho el Mandatario mientras le extendía la mano para ayudarlo a parar.

Noroña venía de la lucha estudiantil de los 80, primero en el Cecyt (hoy CBTIS) 210 y luego en la Universidad Autónoma Metropolitana donde fue presidente de la Sociedad de Alumnos y cabecilla en Sociología. Defendió con vehemencia a las víctimas del Fobaproa, encontró en los viejitos a seguidores cautivos y en cada presidente de la República a su villano favorito.

Explosivo dentro y fuera de las filas de la izquierda, fue candidato a diputado federal en 1988, fundador del PRD donde incluso fue vocero, candidato a diputado local y federal en otras ocasiones. Líder perredista en el estado de México, activista tras los sismos del 85. Es el creador de algo que llamó Asamblea Nacional por la Independencia de México.

Si bien era incómodo hasta para sus correligionario (pues fue desde criticar a las dirigencias nacionales del PRD, a las cúpulas familiares, el nepotismo y las tribus mayoritarias en el sol azteca hasta plantarse ante Rosario Robles), tras más de 30 años de locuras, polémicas, excesos y dramas hoy se sabe un hombre poderoso.

Noroña ha hecho pública su inconformidad por sentirse marginado en la conformación del próximo gobierno de Claudia Sheinbaum. Ha deslizado su molestia por no ser contemplado, de entrada, en el gabinete presidencial, y por no ser el próximo líder morenista en el Senado pese a que así lo establecen las reglas para definir al candidato de la 4T.

Pero la posición que ha peleado en el segundo piso de la 4T va más allá de una enorme fuerza e influencia política en todos los sectores de poder del país, sino que además considera el control de una partida presupuestal de al menos mil 500 millones de pesos destinados para el manejo del próximo grupo parlamentario de Morena en la Cámara Alta durante seis años.

Para su funcionamiento, el actual grupo parlamentario de Morena tuvo un presupuesto anual promedio de 255 millones de pesos. Mientras que la bancada del PT tuvo para su funcionamiento un presupuesto anual promedio de 25 millones de pesos. Ambos grupos parlamentarios, alineados en la 4T, serán más numerosos a partir del 1 de septiembre.

Pero, querido lector, no vaya Usted a creer que Noroña, un luchador social que muchas veces no tenía ni para el camión y que en cambio aprendió a viajar a Europa, a comprar a plazos autos de lujo, a humillar a sus colaboradores, y trabajadores, echar el fuero por delante hasta para bajar del Metrobús, y ser señalado por el Tribunal Electoral federal de incurrir en violencia política de género, de ser un ambicioso vulgar. Eso jamás…

Noroña ha probado el poder y lo quiere ejercer. El tema, me dicen, es que el mensaje de la presidenta Sheimbaum será de reconciliación, de integrar un gabinete del más alto nivel leal a los principios de la 4T y no a un hombre que en cualquier momento pueda dinamitar los esfuerzos del movimiento lopezobradorista.

RADAR

EL CHOQUE MORENA-MC POR JALISCO

Nos comentan que la disputa entre Morena y Movimiento Ciudadano por la gubernatura de Jalisco irá hasta sus últimas consecuencias. Los naranjas defenderán con todo la plaza pese a las presiones y empuje de sectores duros del morenismo nacional.

Ayer, la ex candidata al gobierno de Jalisco por el oficialismo, Claudia Delgadillo, demandó la nulidad de la elección, pero de inmediato senadores de Movimiento Ciudadano calificaron de “circo y embestida” esta petición que incluso es contraria a la postura del presidente López Obrador.

Claudia Delgadillo y dirigentes de Morena, acusaron la presunta extracción de boletas, bolsas de negras con papelería electoral y la denuncia de que “cientos de funcionarios públicos” vinculados con Movimiento Ciudadano promovieron el voto.

Cuestionado sobre la recomendación del presidente López Obrador de ir por el recuento de votos y no por la nulidad de dicha elección, el coordinador de Defensa del Voto de Morena, Hamlet Almaguer, dijo que solicitan el recuento y después la nulidad.

Ricardo Monreal, coordinador de Morena en el Senado, enmendó la planta y expuso: “Lo que quiso decir Hamlet es que se hará el recuento de voto por voto y casilla por casilla, la petición con la que coincidimos con el Presidente de la República”.

Y Clemente Castañeda, coordinador de los senadores de MC calificó de “circo mediático” y agregó que está “nueva embestida de Morena raya en lo ridículo”. Los naranjas no ceden la plaza.

EMBESTIDA CONTRA EL INAI 

Nos hacen ver que la CNDH se sumó al nado sincronizado de los malquerientes del Inai y en un comunicado pidió que se "revisen" las atribuciones del Instituto Nacional de Transparencia.

Al comunicado de la CNDH, el Inai respondió con moderación explicando que no está a discusión la protección de los datos personales, especialmente de las víctimas y personas agraviadas. Justamente eso forma parte de las funciones del Instituto.

La discusión se originó porque el Inai dio la razón a ciudadanos que solicitaron copias de los videos que la CNDH recogió en una inspección a los sótanos de Tlaxcoaque. Por supuesto que el Inai pidió la protección a los datos personales de las víctimas, pero en la Comisión les molestó la resolución que determinó que entregaran la información, sin la identidad de los actores.

La decisión del Inai se apoyó en que la información relacionada con violaciones a derechos humanos debe ser pública, protegiendo por supuesto a las víctimas.

El caso es que el pronunciamiento público de la CNDH se emparejó con los embates contra el Inai, mientras que el Instituto respondió con buen estilo, sin ganas de pelear, apoyado en los preceptos de ley que le asisten, de máxima publicidad y protección de la identidad de las víctimas.