Hector Badillo

Se desploma el alquiler vacacional

DESDE EUROPA

Hector Badillo*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Hector Badillo
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Europa y Estados Unidos han comenzado a tomar medidas drásticas en contra de las plataformas de alquiler turístico privado como Airbnb.

Diferentes países alrededor del mundo han comenzado a cuestionar las prácticas de plataformas digitales de alquiler de viviendas para turistas conocidas como Airbnb, acusadas de inflar precios de viviendas, restringir las rentas a personas locales y contribuir a los sobrecargos de los recursos.

Europa ya no aguanta la sobre explotación de viviendas utilizadas como alquileres turísticos; mientras que Estados Unidos sigue por ese camino, pero no tarda en explotar el problema. Los alquileres de corta duración han cambiado el mercado inmobiliario desde París hasta Nueva York.

Florencia, por ejemplo, una de las ciudades más visitadas de Italia, al norte de la región central de ese país europeo, ha sido firme en la decisión de prohibir anuncios nuevos de alquiler de corta duración en el centro de la ciudad y se prevé que esta nueva regulación se extienda en toda la cuidad, donde residen aproximadamente un millón y medio de habitantes.

A esta iniciativa italiana se suma París, la capital francesa, donde se ha limitado el tiempo que los dueños de viviendas pueden rentar sus hogares. Los parisinos sólo podrán alquilar 120 días al año sus casas o departamentos para alquileres vacacionales.

En caso de tener una segunda residencia o alquilar la propia en un mayor número de días, los dueños de las casas y departamentos tendrán que dar aviso a las autoridades para convertir estas estancias en residencias turísticas. En Francia ya se persiguen los alquileres que no cumplan las nuevas leyes para multar a los infractores.

En Alemania también se han comenzado a implantar multas y normas tras el veto a la plataforma estadounidense de alquileres temporales de viviendas. En Berlín, capital germana, los dueños de viviendas de alquiler deben obtener un permiso para rentar sus viviendas y las llamadas segundas residencias sólo pueden alquilarse durante 90 días al año.

Los límites de permiso para alquilar residencias en vacaciones no se limitan a Berlín, pues en Munich y en Stuttgart, dos ciudades muy visitadas, limitan a entre 8 y 10 semanas para poder alquilar las residencias en un año.

En Países Bajos ya no hay mucho espacio para este tipo de negocio. Son sólo 30 días al año lo que se pueden rentar las residencias privadas en estas plataformas.

En Roma, Venecia y Florencia la población se ha impuesto ante la escasez de viviendas y hay aumento en el precio de las rentas por este modelo de negocio que lleva más de 15 años funcionando gracias a la tecnología digital.

Airbnb es una plataforma que trabaja prácticamente en todo el mundo:192 países comparten esta aplicación que revolucionó el alquiler de estancias para turistas alrededor del planeta. El continente americano no se queda atrás, es una de las plataformas de alquiler más utilizadas actualmente.

El problema es evidente por la dificultad de encontrar residencia, sobre todo en ciudades donde el turismo es una de sus principales fuentes de ingreso. Resulta más rentable alquilar una residencia para visitas temporales que para alquileres de larga estancia.

Así comienza una contraofensiva a las plataformas de alquiler en Internet que va a generar consecuencias legales en todo el mundo.