#8deMarzo, por ellas, por las que vienen, por nosotras

Mientras hacia mi ponencia para participar en el “Encuentro Internacional Por los Derechos de las Mujeres”, en Aguascalientes, corroboré que en México falta mucho por hacer cuando de mujeres hablamos.

Los rezagos en educación, salud, impartición de justicia, derechos humanos, política, deportes, cultura, ciencia, economía, tecnología, son incalculables, porque avanzamos un paso en uno de estos temas, pero nos quedamos atrás en otros.

Hoy mientras más mujeres tenemos espacios en el sector público y privado, ejerciendo liderazgos y puestos de toma de decisión; al día hay más de 11 feminicidios, uno o dos de ellos son niñas y adolescentes.

Cuando por fin logramos la paridad en los Congresos federal y locales (50/50); el INEGI informa que el 70% de las mexicanas ha experimentado algún tipo de violencia a lo largo de su vida.

Aumentamos días de vacaciones por año trabajo, sin embargo, por cada 100 pesos que percibe mensualmente un hombre, una mujer gana 86 pesos.

Si bien logramos eliminar el IVA a los productos de higiene femenina; nosotras pagamos 10.8% más por productos similares en relación a los hombres, el llamado impuesto rosa.

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2018, de las más de 23 millones de personas no afiliadas a una institución pública de salud, el 46.3% eran mujeres, es decir, 10 millones 929 mil 500. La atención de las mujeres se centra por su función reproductiva, dejando de lado riesgos en el trabajo, condiciones sanitarias adecuadas, salud mental y emocional.

Hemos reconocido a atletas y deportitas tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, pero no hemos exigido que nuestras atletas y deportitas mujeres, tengan igualdad de condiciones y salarios que los hombres, tan solo los ingresos anuales promedio para una mujer futbolista en México ascienden a 40 mil 884 pesos, con 6.45 millones de pesos que un hombre puede ganar en el mismo lapso, según informe Global Sports Salaries Survey de 2017.

Tenemos una Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, y aún así, más 12 mil menores de edad fueron atendidos en hospitales por violencia familiar en 2021, 88.3% eran niñas y mujeres adolescentes, de acuerdo con Redim.

Aprobamos por unanimidad en el Congreso la prohibición del matrimonio infantil, lamentablemente, en 2022, una de cada 100 entre los 12 y 14 años son casadas o unidas informalmente, alertó Save The Children.

Quisiera que el panorama fuera más alentador, por el contrario, es más desafiante, porque para donde volteemos a ver hay una deuda por pagar, una política pública por impulsar, una ley por reformar y acatar, y para eso se necesitan sumar voluntades, pero yo no me desanimo.

Desde mi trinchera, que es el Senado, seguiré trabajando por y para las mujeres, para las niñas y adolescentes; porque aunque desde el régimen hagan oídos sordos y en lugar de diálogo coloquen vallas de metal a las afueras de Palacio Nacional, la lucha por un México igualitario y equitativo ya nadie la para.

P.D.- Mi solidaridad y sororidad con la ministra presidenta Norma Piña, ante los ataques de los que ha sido objeto. A ella todo mi respeto y reconocimiento por su defensa de la independencia del Poder Judicial.