Josefina Vázquez Mota

Suicidio infantil

SIN MIEDO

Josefina Vázquez Mota *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Josefina Vázquez Mota
 *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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En México el suicidio infantil es la cuarta causa de muerte, más del 20 por ciento de las niñas, niños y adolescentes sufre algún trastorno mental y el 6 por cierto de ellos reportó hacerse daño con la intención de quitarse la vida.

Hoy, nuestra niñez y adolescencia ven en el suicidio una salida fácil a lo que les preocupa, agobia o teme, ello sumado a que muchos viven episodios de ansiedad o depresión.

Y si a eso añadimos la violencia que viven en sus hogares; en las escuelas, a través del bullying y ciberbullying, o en algún otro entorno al que acude, la posibilidad de herirse a sí mismo aumenta.

Minimizar la salud mental de nuestras niñas, niños y adolescentes, aumenta las cifras de suicidio en el país, convirtiéndolo en un problema de salud muy serio, al que debiera darse una mayor atención.

En México se suicidaron 23 personas cada día durante 2021, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de éstos, las mujeres y los jóvenes de 15 a 29 años son las poblaciones que registran los aumentos más acelerados en las tasas de fallecimientos por lesiones autoinfligidas.

El Inegi ha señalado que el suicidio es un fenómeno que está creciendo de manera muy acelerada en el país, pues entre 1990 y 2021, aumentaron cuatro veces, particularmente, en el caso de las mujeres.

Recientemente, en Coahuila, un menor se quitó la vida tras asegurar que sus padres no le permitían escuchar corridos y vestirse como el cantante Peso Pluma, hecho que, de acuerdo algunos especialistas, habla de la necesidad de atender la salud mental, sobre todo porque a las nuevas generaciones no se les ha enseñado a manejar la frustración.

En la carta que el menor de 11 años dejó a sus padres, pidió perdón por la decisión que había tomado, y externó que estaba “harto” de que no lo dejaran ser como él quería.

Historias como las de Jerick diariamente se repiten en el país, es por ello que me sumo a las voces que exigen a las autoridades federales y estatales atender la salud mental de nuestras niñas, niños y adolescentes.

Asimismo, auxiliar y orientar a los padres de familia para poder entablar una relación de confianza y respeto con sus hijas e hijos, además de contar en las escuelas con protocolos que ayuden a prevenir el suicidio.

No podemos ser indiferentes al suicidio infantil, darle la espalda a nuestra niñez y adolescencia no es la solución, es tarea de nosotros los adultos aprender a escucharlos y brindarles atención, que es algo que nos piden.

Un suicidio es prevenible, la salud mental es ahora una pandemia en nuestro país. Más nos valdría trabajar en conjunto, que quedarse mirando y grabar con el celular el suicidio de alguien, tal y como ocurrió a principios del mes en avenida Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México.