Ponen en Orden a Influencers

Pasó desapercibido el 21 de agosto del 2023, quizá por la efervescencia del tema político que ya se vive por el 2024 y también por las miradas puestas en el 1 y 15 de septiembre, pero en el Diario Oficial de la Federación se publicó el “acuerdo por el que se da a conocer la guía de publicidad para influencers de la Procuraduría Federal del Consumidor”.

Este tema es interesante, porque hoy hay marcas que han aprovechado vacíos legales para pasar por encima de los consumidores; por ello se impulsó este acuerdo que fue emitido como un instrumento de consulta para los influencers y creadores de contenido, población consumidora y público en general, para el debido cumplimiento de las disposiciones en materia de publicidad establecidas en la Ley Federal de Protección al Consumidor. Hoy toda publicidad e información que brindan estas personas se encuentra sujeta a diversas normas, en donde la principal de todas ellas es la Ley Federal de Protección al Consumidor, ya que, como usted sabe, dicha información trasciende en la decisión de los distintos consumidores para adquirir ciertos bienes, productos o servicios que se muestran.

 No hay que perder de vista esto, porque para librar las leyes, estos personajes se mueven en diferentes redes sociales, por ello hay que tener claro que si a través del contenido compartido se brinda información o se realizan publicaciones que contienen recomendaciones de un bien, producto o servicio a través de las distintas plataformas digitales o redes sociales, se está generando publicidad, la cual debe de estar en concordancia con las disposiciones legales aplicables. La advertencia es que en caso de hacerse mención o referencia a bienes, productos o servicios en plataformas digitales o redes sociales, se considerará que se hace publicidad bajo las disposiciones de la Ley Federal de Protección al Consumidor, ya que la misma considera publicidad a toda la información de bienes, productos o servicios que sea difundida por cualquier medio, lo que incluye a las plataformas digitales y redes sociales.

 La guía está en la Procuraduría Federal del Consumidor, donde se mencionan distintas recomendaciones para las publicaciones en plataformas digitales y redes sociales, siendo éstas las que están: #PublicidadPagada, #Publicidad, #OpinionesPersonales y #PatrocinadoPor. Así que se debe dejar claro si el influencer tiene o no una relación comercial con la marca que se está publicitando en sus plataformas o redes sociales, por aquello de que algunos son “espontáneos”. Además, en adelante, las empresas tendrán que dar claridad en contratos publicitarios celebrados, especificando de manera detallada y puntual los distintos requisitos previstos en la legislación aplicable en materia publicitaria porque, de lo contrario, las sanciones de Profeco y de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios serán altamente dolorosas.

Alianza MetLife y Grupo Ángeles. Presumen una nueva etapa de transformación en la atención médica en la Ciudad de México, con la alianza entre MetLife México y Grupo Empresarial Ángeles, que inauguraron un nuevo módulo hospitalario, el cual representa una inversión en la salud y el bienestar para los clientes de MetLife. El objetivo es fortalecer aún más los lazos entre los clientes de la aseguradora y los proveedores de servicios médicos, representando un hito en materia de atención de calidad, accesible y confiable. Ya veremos cómo les funciona, pero prometen poner en alto su infraestructura, como la capacitación del talento y equipamiento tecnológico.

Voz en off. Rappi México ha prometido una y otra vez profesionalizar a sus aliados repartidores, pero aún queda sólo en eso, en palabras que están muy lejos de cumplirse. Continúan los problemas en su plataforma móvil y con sus repartidores, quienes siguen actuando de forma poco profesional; sanciones más severas debieran existir para esta empresa que reiteradamente está metida en señalamientos de dificultades y grandes dolores de cabeza… La Industria Nacional de Autopartes estima que la huelga que inició la United Auto Workers, en Estados Unidos, podría lastimar gravemente la producción de autopartes en México, donde incluso con siete días de paro se generarían pérdidas de 76 millones de dólares.