AMLO y el Síndrome De La Madrid

Tras los terremotos de septiembre de 1985, el Gobierno de Miguel de la Madrid intentó “tomar el control de la situación” en la Ciudad de México; rápidamente fue rebasado por cientos de brigadas de civiles que igual despacharon alimentos, formaron escuadrones de rescate, captaron donativos y dieron origen a esquemas autogestivos de reconstrucción y defensa de derechos sociales que incluso fueron simiente del Partido de la Revolución Democrática; Andrés Manuel López Obrador intenta “tomar de control” pero a 7 días del huracán Otis, la situación se le ha dificultando.

De la Madrid tuvo que abrirse a la cooperación civil que se aunó a los esfuerzos de las Fuerzas Armadas, entonces a cargo de Juan Arévalo Gardoqui, y la entonces Secretaría de Desarrollo Urbano, a cargo de Manuel Camacho Solís, canalizó en lo posible la demanda de nueva vivienda y de espacios públicos.

Hoy la ayuda fluye a cuentagotas, ya no se diga a Acapulco, sino que incluso poco o nada se sabe de caseríos y poblados desde Petatlán hasta Copala. Hoy existen toneladas de alimentos, agua, medicamentos y prendas esenciales concentradas en Chilpancingo, aportada por la sociedad civil y empresas, pero circulan a velocidad ostión; Palacio Nacional desconfía de los particulares en lugar de sumarlos para superar lo más pronto posible la etapa de emergencia.

Es probable que la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, coordinadora civil de las tareas de emergencia, se haya ya percatado del cuello de botella que genera la voluntad de contener desde el Gobierno la crisis, empezando con el envío de un destacamento electoral con mil Servidores de la Nación —de la Secretaría del Bienestar donde despacha Ariadna Montiel— para levantar un censo en zonas que son literalmente un polvorín social.

La centralización de decisiones —si bien es deseable ante el caos— es inoperante y generado galimatías por falta de una centralización ejecutiva y coordinada: en la Conagua, de Germán Martínez, se sabe que la red de suministro de agua potable salió casi ilesa del huracán, que la CFE, de Manuel Bartlett, a tirones y jalones puede suministrar la energía para bombear líquido desde el río Papagayo…, pero que tropiezan con indecisiones.

Por ello, aún está, tristemente, lejos una etapa primera de reconstrucción y reactivación económica. Y sin ellas, Acapulco, donde 94.5% de los negocios son microempresas donde se ocupa el grueso de 133 mil trabajadores del sector de hospitalidad, no tendrá futuro.

Reelección en Canacintra: Ortega con todo el apoyo. La presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, Esperanza Ortega, además de la representación cotidiana de pequeñas y medias empresas del todo el país, ha seguido de cerca la penuria de sus afiliados en Guerrero y se ha dado a la tarea de proponer esquemas sucintos de impulso y reactivación productiva en paralelo a la atención de la emergencia.

Su desempeño le ha valido el respaldo de la mayoría de los integrantes de Canacintra para otro periodo como presidenta, con el apoyo de su vicepresidenta Lourdes Medina Ortega, de Shirley Almaguer que hoy opera el Enlace Legislativo de la organización, Mónica Pérez y Carlos Barrera.

Se han superado las agudas diferencias generada cuando el anterior presidente José Antonio Centeno y su “amorcito corazón” intentaron apañarse la cámara como coto personal; se sabe que empresarios de gran incidencia como Jorge Charruf y Fernando Ponce, de Yucatán, ven con buenos ojos fortalecer a Canacintra ante las dificultades presentes y futuras.

Verdes prietos. La Segunda División de Morena la inauguró el senador Jorge Carlos Ramírez Marín cuando pasó del Revolucionario Institucional al Partido Verde. La bonita acción de sudar la camiseta en la segunda bancada morenista ahora se extendió al excapitán Eruviel Ávila, seguida por el exgobernador hidalguense Omar Fayad…, y muy próximamente por el defensivo Miguel Ángel Osorio Chong ¿A cambio de algo? ¿Les darán huesito que roer, fuero, cinco minutos de gloria? ¡Naaa! Sólo su desinteresada voluntad de torpedear al Frente Amplio Por México y lograr que continúe la 4T.

Manzana envenenada. Para Acapulco parece generoso el esquema de refinanciamiento de deudas bancarias propuesto por la CNBV, que encabeza Jesús de la Fuente, con todo y un esquema de contabilidad de soporte para las instituciones crediticias para registrar la moratoria que soliciten sus clientes, puede capitalizar los intereses en un plazo de seis meses o hacer quitas limitadas a no más de un año. Lo malo, para la Asociación de Bancos de México, que lleva Julio Carranza, es creer que las fuentes de pago se recuperarán en mayo próximo; la peor, los acreditados estarían aún más endeudados en medio de una zona de desastre.