La inflación del crimen organizado

GENTE DETRÁS DEL DINERO

Mauricio Flores*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Mauricio Flores
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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No hay un dato preciso, pues la naturaleza de la extorsión es la opacidad y el secreto obtenido mediante amenazas a las víctimas; sólo a través de la narración de boca en boca se obtiene numeralia que es recopilada en múltiples reportes periodísticos que dan cuenta de cómo los habitantes de ciudades pequeñas y medianas -e incluso grandes- terminan pagando “las cuotas” que las diversas pandillas del crimen organizado imponen a comerciantes, ya se de combustible, tortillas, pollo, huevo, pan, medicinas… y finalmente acicateando el crecimiento general de precios tal y como lo refiere quincena a quincena el Inegi, que lleva Graciela Márquez.

La organización Crisis Group que encabeza la londinense Comfort Ero, rindió su más reciente reporte sobre la situación de criminalidad en México, con información de primera mano obtenida de mandos militares, policías en activo y en retiro, así como de líderes de diversos cárteles criminales en las zonas de mayor conflicto. No son versiones de oídas pues, y el reporte, entre muchos otros elementos perturbadores, revela la manera en que las bandas criminales controlan mercados de ciudades medias (no sólo de pequeñas comunidades) y establecen tanto precios como proveedores… lo cual implica un sobre costo, un impuesto de guerra, para la población civil que requiere productos básicos.

El reporte señala que “A medida que la estrategia ha cambiado para permitir un mayor margen de maniobra a los grupos criminales a cambio de una reducción en la violencia visible, estos grupos han aprovechado la oportunidad para fortalecerse o “amacizar”, en palabras de un líder de delincuentes.

“La producción y el tráfico internacional de drogas siguen siendo importantes fuentes de ingresos. Pero como se señaló anteriormente, los grupos criminales mexicanos han ampliado su portafolio de intereses, enfocándose a menudo en explotar todas las posibles fuentes de ingresos lícitos e ilícitos en las zonas bajo su dominio”, apunta el reporte.

Mas enfático sobre el alcance del crimen organizado en las economías locales, el reporte indica que “Los grupos criminales también han emprendido una campaña para tomar el control total de los mercados legales en áreas como Michoacán y Guerrero. En algunos casos, controlan el suministro de productos básicos como tortillas, arroz, huevos y carne, así como bebidas alcohólicas y refrescos”

Nada que no se haya sabido ya. Pero la referencia de una entrevista con un líder de una de pandillas que controla una de áreas controladas es clara: “Funciona así”, dijo un líder criminal, “identifico quién es la competencia que viene de afuera. Envío algunos de mis muchachos y les digo que ya no los quiero ver aquí. Luego busco las fábricas, las materias primas, y hago un trato que sólo me vendan a mí. Ahora yo soy el único proveedor”.

Pero además ese control también se explica que se extiende hacia las grandes zonas urbanas, pues dado el control territorial que se les ha concedido en el actual gobierno, establecen precios de protección a los productos agropecuarios por lo que el margen de intermediación entre una hortaliza que sale del huerto y llega a un supermercado puede ser de 300% como revelan las estadísticas del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, que encabeza Juan Carlos Anaya.

Es decir, que ya no es sólo la intermediación ya conocida, de los mayoristas que trasladan alimentos del campo a las centrales de abasto y de ahí a los almacenadores y medio mayoristas. En toda esa cadena hay cobros de un “segundo estado” impuesto a sangre y fuego.

Así una exposición de cómo se genera una economía permeada por el crimen organizado, de la huerta a la mesa… a precios más altos y crecientes.

Aeroméxico, tripulación completa. El esfuerzo de pilotos, sobrecargos, personal en tierra y administrativos, de Aeroméxico es memorable. Sólo con todos ellos fue posible reestructurar la deuda que implicó una inyección de capital de 2,500 millones de dólares -en términos prácticos crear una nueva aerolínea- de la aerolínea insignia de México en el mundo. El acuerdo entre la directiva que conduce Andrés Conesa y el sindicato de sobrecargos que lidera Ada Salazar, reconoce el esfuerzo de las personas a cargo de quienes viajan con placer y seguridad.