Choque de Civilizaciones

FRONTERA DE PALABRAS

Mauricio Leyva*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Mauricio Leyva
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Los conflictos locales que mayor probabilidad tendrán de convertirse en guerras importantes serán aquellos que (como ocurrió en Bosnia y en el Cáucaso) sigan las líneas de ruptura entre civilizaciones

Samuel Philips Huntington

Samuel Phillips Huntington perteneció al Instituto John M. Olin de la división de Estudios Estratégicos de la Universidad de Harvard, de la cual fue docente, lo mismo que en el Eton College, en la materia de Ciencias Políticas. Su formación de politólogo y su visión de estadista lo hizo especializarse en golpes de Estado, conflictos sociales y en el estudio de las relaciones de poder entre las naciones-estado, su configuración y posibilidades políticas y económicas. Formó parte del Presidential Task Force on International Development, de la Commission on the United Estates-Latin American Relationships y de la Comisión on Integrated Long Term Strategy. Se le atribuye la definición de varios conceptos políticos y sociales, así como de nuevas formas de clasificación cultural. Fue conferencista, escritor y especialista en los temas de estudio que aborda en su ensayo “Choque de civilizaciones”, por lo que estamos frente a un autor que conoce lo que plantea, de reconocido prestigio y fundamental en los debates modernos respecto de los problemas actuales.

El ensayo “Choque de civilizaciones” fue publicado en el verano de 1993 por la revista Foreign Affairs y generó reacciones como la de Mohammad Khatami, entonces residente de Irán quien, en respuesta a Huntington creó el “Diálogo entre civilizaciones”, o inclusive en Edward Said, maestro en la Universidad de Columbia. Samuel P. Huntington parte de la hipótesis principal en la cual el conflicto en el nuevo mundo no será fundamentalmente ideológico ni económico, sino cultural. Para comprobar esta tesis, desarrolla su análisis en nueve aspectos, los cuales resultan de profundo interés. Huntington parte del análisis “El próximo patrón del conflicto”, que básicamente se divide en dos hemisferios: el regreso a las rivalidades tradicionales entre las naciones-Estado, y, la declinación de la nación-Estado a causa de las contradicciones entre el tribalismo y el globalismo. El autor reflexiona sobre el doble papel de Occidente y lo que considera su gran contradicción, ya que por un lado, impulsa la toma de conciencia sobre la propia civilización, pero por el otro, la visión del propio Occidente pierde fuerza y cuestiona que, mientras se encuentra en la cúspide del poder enfrenta una pérdida de presencia política.

Afirma también que Occidente utiliza las instituciones internacionales, el poderío militar y los recursos económicos para conducir el mundo de formas que servirán para mantener su predominio, proteger sus intereses y promover sus valores políticos y económicos. El tema central del ensayo, en suma, es Occidente, colocándolo así como parte fundamental para cambiar el mundo y a las civilizaciones que cada vez se hacen de más riqueza, de armas, de potencial político y territorial y que con todo esto desafían al poder predominante de Occidente. En el “Choque de las civilizaciones”, las naciones-Estado seguirán dominando en los asuntos mundiales, pero en los principales conflictos político-internacionales se enfrentarán naciones o grupos de civilizaciones distintas. La principal idea es que el choque de las civilizaciones serán los frentes de batalla del futuro, así como la última fase de la evolución del conflicto en el mundo moderno.