Trump siendo culpable, gana

POLITICAL TRIAGE

Montserrat Salomón*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Montserrat Salomón
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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En estos días nos hemos enterado del veredicto de culpabilidad contra Donald Trump en su caso penal de fraude y estamos a la espera de que en los próximos días se le dicte sentencia. Desde el momento en el que se anunció el veredicto, un torbellino de sucesos que han fortalecido su campaña se ha dejado venir. No sólo su campaña sigue, sino que en pocas horas ha recaudado 35 millones de dólares, mostrando que las grandes fortunas y los millones de pequeños donantes no dejarán a su candidato en la estacada. 

Trump mismo ha declarado que su causa no es ya sólo suya, sino que es un movimiento que es más grande que él mismo. Esta retórica populista ha arraigado profundamente en la mente de sus seguidores, que fieles y leales entienden cualquier ataque a su líder como un ataque político que ha de repelerse con toda la fuerza de ese patriotismo desesperado y lleno de ira y miedo que se ha fraguado desde la primera campaña presidencial de Trump.

Para Trump, esta condena es un inconveniente que ya ha empezado a capitalizar. Incluso teniendo la posibilidad, que seguramente no se verificará, de pisar la cárcel, ese tercio del electorado que constituye su base política ha cerrado filas en torno a él. Y él ya ha declarado que, aunque no le importe ir a prisión, no cree que eso lo acepten sus seguidores, lanzando una velada amenaza sobre los posibles disturbios que podrían desatarse si esto sucede. Esto ya lo vimos cuando arengó masas previo al asalto al Capitolio.

El impacto que este veredicto tiene para el resto del electorado es interesante. Según una encuesta de la ABC casi 50% de las personas piensa que Trump debería renunciar a su campaña electoral; sin embargo, ese 31% que tiene una opinión favorable de él no ha variado. Entre los votantes independientes, aquellos que pueden definir el rumbo de la elección, la opinión se divide. Aunque 67% cree que debería retirarse de la contienda, 65% afirma que no se siente identificado ni con Trump ni con Biden, lo cual nos habla de una posible falta de movilidad del voto demócrata que podría llevar a Trump nuevamente a la presidencia.

En varias encuestas de intención de voto, Trump va a la cabeza. No sólo su retórica ha logrado en estos años hacerse intocable al venderse como un mártir de una persecución política orquestada por su oponente, sino que ha logrado lucrar con la ira y el miedo de un EU roto, dividido y en crisis. Si a esto le sumamos la pobre presencia de Biden y la falta de liderazgo en un Partido Demócrata que no logra aglutinar a sus votantes ni generar nuevas propuestas, es muy probable que Trump gane la elección. Esta victoria traerá aún más casos e inestabilidad que su primer mandato.

Trump lo ha logrado, incluso perdiendo, gana.