Mónica Garza

Nuestro México, omiso y cobarde…

GENTE COMO UNO

Mónica Garza*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Mónica Garza
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

El feminicidio en México es un problema de inseguridad y del iracundo clima social que lejos de disminuir crece. El gobierno del presidente López Obrador en lugar de seguirlo minimizando con cifras alegres, debería de reconocerlo como una de las grandes taras de su gobierno y de sus prioridades a resolver.

La forma más extrema de violencia contra la mujer es el feminicidio, que en 2021 rebasó por primera vez en la historia las 1,000 muertes en un año.

Fueron 1,004 para ser exactos y es la cifra más alta reportada por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) desde el inicio de su existencia en 2015. Y este año no pinta para terminar siendo mejor.

En la Ciudad de México, los primeros 8 meses del año se registraron 83 muertes violentas contra mujeres, lo que representa 10.3 asesinatos por mes en promedio, de los cuales 46 fueron clasificados como feminicidios.

Esta semana que termina, cuando apenas era jueves, ya iban 4 feminicidios ocurridos en la Ciudad de México y uno más violento que otro:

María Elena “N” de 74 años murió de un golpe con un bat en la cabeza; una menor de 16 años murió acuchillada en la alcaldía Milpa Alta; mientras que Lidia Gabriela y Ariadna Fernanda fueron dos casos que involucran a conductores de taxi.

El de Ariadna Fernanda particularmente indignante, por cómo se desarrolla la crónica de los hechos.

“No quiero que ella termine en una fosa común”, fue la frase final del mensaje que subió a redes sociales el ciclista que encontró el cuerpo de la joven mientras rodaba por la carretera.

Rápidamente se hizo viral porque lo acompañó de fotografías de partes del cuerpo de la joven, cuyos tatuajes —un pequeño dinosaurio cerca del hombro, un nombre en el otro costado y una flor en uno de los brazos— fueron clave para identificarla.

Su cuerpo fue hallado 3 días después de haber desaparecido, luego de haber tomado un taxi al salir de un establecimiento de la colonia Condesa, en la Ciudad de México. Estaba a más de 80 kilómetros de donde abordó su taxi y lo separaban menos de 30 metros de la autopista, como si simplemente hubiera sido aventada al pasar.

“La tiraron como basura”, dijo Omar su hermano al exigir justicia por la joven, que fue encontrada con huellas de violencia en cuello y manos. Su cuerpo fue entregado a su familia la madrugada del jueves por la Fiscalía de Morelos.

Ariadna tenía 25 años y era la más joven entre sus hermanos, trabajaba como encargada y mesera en restaurantes y vivía sola de forma independiente. Dejó un hijito de 5 años que vive con su padre, quien le dedicó el siguiente mensaje en redes sociales:

“Ve tranquila que verás a tu mami una vez más, y bailarán la sopita de caracol, ve tranquila que te llevas un pedazo de varias personas que en verdad te aman”.

Ariadna Fernanda, en una ilustración que se hizo para recordarla.
Ariadna Fernanda, en una ilustración que se hizo para recordarla.Foto: Especial

Y es que la madre de Ariadna falleció en 2018 víctima de cáncer, y la joven, como si sospechara su final cercano, le dedicó en julio pasado un mensaje vía Facebook que decía:

“Sé que cada día es un día menos de espera para volver abrazarnos, para volver a disfrutar como lo hicimos algún día…”.

Hoy es parte de la dolorosa estadística, una de las 11 mujeres muertas cada día en México, víctimas de feminicidio, que según datos de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, acumulan 711 hasta septiembre pasado.

93 de esos crímenes ocurrieron sólo en el mes de junio, que hasta ahora es el más feminicida de este 2022. ¿Y cómo podemos esperar un escenario distinto, si la incidencia sigue sin ser una prioridad? Y los programas sociales lo demuestran.

Para este 2022, el gobierno de la 4T destinó 232,732 millones de pesos para “la igualdad entre hombres y mujeres”, que NO significa programas específicos para atender y prevenir la violencia.

Porque dichos recursos se han enfocado a otros programas como Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida, Tandas para el Bienestar o Beca Universal de Educación Media Superior.

Eso no es sensibilidad ante la ola de violencia que azota a las mujeres en México, no representa a un “gobierno más feminista de la historia”, eso es un signo de abandono a las mexicanas que viven un país violento contra ellas y de muchas maneras omiso y cobarde.

¿Cuánto tiempo más? ¿Cuántas más? Son dos atemorizantes pero inevitables preguntas.

¿Que si sueno demasiado indignada?… ¡Lo estoy!… Soy mujer, soy mamá de una mujer… ¿Cómo no estarlo?…