Montserrat Salomón

DeSantis se estrena fracasando

POLITICAL TRIAGE

Montserrat Salomón*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Montserrat Salomón
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Ron DeSantis se ha lanzado a la candidatura a la presidencia por el Partido Republicano.

DeSantis es un republicano de hueso duro. Sus reformas han sido controvertidas y efectivas. Así, destacan leyes en el sector educativo con las que instauró la prohibición de que se hablara de orientación sexual en los primeros grados de la educación primaria. Además, flexibilizó las leyes de portación de armas, dando la opción a portar armas ocultas sin necesidad de un permiso o capacitación para su uso. En materia de salud, cambió el umbral que permitía el aborto rebajándolo de 15 a 6 semanas de gestación. En materia penal, anuló el requerimiento de unanimidad para que un jurado pueda recomendar la pena de muerte a un condenado. En materia de inmigración, el tema que probablemente ha tenido más repercusiones al impactar a nivel nacional e internacional, aprobó fondos para transportar inmigrantes fuera de su estado para dejárselos como regalo a gobernadores demócratas.

Además, endureció las leyes que permiten a hospitales indagar el estatus migratorio de los pacientes mientras que aumentó las penas por contratar indocumentados.

DeSantis se presenta como un candidato joven, vigoroso y muy efectivo que podría recoger varias de las banderas representativas del partido conservador, volviéndolo una opción fuerte frente a la tibieza de Biden. Sin embargo, el gobernador tiene un serio problema: carece de encanto.

Si bien es un contendiente que recoge las ideas de Trump y las presenta con mucho más orden y eficacia, DeSantis no tiene su carisma. No es un hombre de masas y esto podría dificultar su camino hacia la candidatura. Trump, por su parte, es mucho más reactivo, sus problemas personales hacen que su agenda no sea tan clara. Además, la torpeza política de su equipo y sus ideas descabelladas provocan que su actuar sea menos prolijo y que sus propuestas sean anuladas en las Cortes. DeSantis es mucho más astuto, pero tiene dificultades para aglutinar votantes.

En las últimas encuestas de cadenas como CNN y Fox News, DeSantis ha ido a la baja. No es capaz de arrebatarle el voto duro a Trump y, aunque es visto favorablemente por la gran mayoría de los republicanos, no logra presentarse como el favorito de las masas. La diferencia entre ambos es de dos dígitos, en algunas encuestas llegando a casi 30%. DeSantis tiene que actuar pronto si quiere que su carrera tenga resultados.

La estrategia que siga será definitiva. Si se enfrasca en insultos con Trump, perderá irremediablemente. Si se centra en sus resultados, en su pericia y en su mano dura, podría convencer a los menos devotos y más centristas. Sin embargo, parece que su destino estará marcado por lo que haga o deje de hacer Trump.