Salvador Guerrero Chiprés

CDMX: pura vida

CIVITAS

Salvador Guerrero Chiprés*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Salvador Guerrero Chiprés
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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En su versión pospandémica, la inevitabilidad de la calaca y el recuerdo de su visita en nuestras familias, así como la falta de cierre de esos círculos que requerían duelo y lágrimas, parecerían suficientes para explicar la dimensión mortecina de esta fecha.

En contraste, en el contexto de nuestras culturas, este día es uno de entre una cadena de eventos detonadora de la creciente explosión de convivencia registrada en la capital nacional iniciado hace una semana.

La Razón y los diarios especializados en finanzas señalan rasgos de recuperación económica dentro de la dualidad paradójica: en el Día de Muertos, la Ciudad de México estalla coloridamente. La necesidad y expectativa de convivencia va a toda velocidad como recorre el país la fama del Checo Pérez y se registra encima de las tumbas, alrededor de los panteones y en todos los rincones de la reactivación turística.

La pelona, la huesuda rodeada de fragancias alcanzables en Reforma, en el Autódromo, en los centros de todas las alcaldías y en sus barrios más comunitarios, en el corazón hasta de las apuestas de los actores políticos por acrecentar su atractivo en una época en que el calendario achicado del año nos ha acercado muy anticipadamente a desplazar el puente Guadalupe-Reyes por uno que inicia desde el día de la conmemoración de los muertos.

Cuántos muertos cada año. En 2021, de acuerdo con el Inegi, en el país fallecieron 1 millón 122 mil 249 personas, 92.5 por ciento por enfermedades y el resto por causas externas, principalmente accidentes, homicidios y suicidios. El Covid se convirtió en la primera causa y dejó atrás a los padecimientos del corazón y la diabetes mellitus.

La pandemia colocó en el centro de atención —individual, comunitaria e institucional— la vulnerabilidad a la muerte, el temor ante lo inevitable y la noción de que la vida misma, no debe arriesgarse. La vida saludable como el mayor bien y la muerte como el mayor daño. La voluntad de vivir no nos garantiza la vida como en el video-meme donde la guadaña del grim reaper persigue a quien hace ejercicio, desde una caminadora paralela.

Ante la parca, el desfile de la Ciudad de México, donde 2 millones de personas reivindican que la vida en comunidad y la capital nacional viva y bendecida, saludan su fantasma y lo interpelan con la admiración y las selfies ante puros alebrijes.

Jane Butzner, teórica del urbanismo, acuñó el concepto vitalidad urbana para referirse a la cualidad de las ciudades para atraer personas heterogéneas a través de diferentes tipos de actividades. La CDMX exhibe enorme energía urbana, con eventos que cohesionan y recuperan comunidad callejera.

Como lo definió la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, este día lo es de fiesta porque vienen a visitarnos todos nuestros seres queridos, aquellos que no están materialmente.

Es 2022 el año más veloz de nuestras vidas. Más vivos que nunca.