Valeria López Vela

Wagner: Construyendo el caos

ACORDES INTERNACIONALES

Valeria López Vela*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Valeria López Vela
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

“Yo, como el archidemonio, llevaba un infierno en mis entrañas; y, no encontrando a nadie que me comprendiera, quería arrancar los árboles, sembrar el caos y la destrucción a mi alrededor, y sentarme después a disfrutar de los destrozos”

Mary Shelley, Frankenstein

La irrupción del Grupo Wagner en la escena internacional ha sido, desde el inicio, sinónimo de violencia extrema, falta de institucionalidad y ausencia de moral. Y eso solamente puede generar inestabilidad y tensión entre países.

El Grupo Wagner, también conocido como PMC Wagner o ChVK Wagner, es una organización paramilitar rusa. Se trata de una empresa militar privada, una red de mercenarios o el ejército privado no oficial que creció bajo el mando del presidente ruso Vladimir Putin, quien lo utilizó para hacer incursiones ilegales y poder evadir la responsabilidad internacional.

La alianza entre Putin y el Grupo Wagner funcionó también en la invasión a Ucrania. Hasta que, a finales de junio pasado, el grupo de mercenarios desafió la autoridad del secretario de Defensa ruso, cuestionó los motivos de la invasión en Ucrania e inició una marcha hacia Moscú con francas intenciones de provocar un golpe de Estado.

La intervención del presidente de Bielorrusia, Lukashenko, consiguió una negociación para que el Grupo Wagner se retirara de las calles de Moscú y se exiliara en su territorio. A cambio, el grupo paramilitar recibió carta abierta para actuar en la República Centroafricana, Mali, Sudán y Libia, como habían hecho hasta antes del inicio de la invasión a Ucrania. En la región, el objetivo son los recursos naturales.

Por si fuera poco, hace unos días el propio Lukashenko advirtió que “los wagneritas” tenían intenciones de “ir de excursión a Varsovia”. Al parecer, la organización de Yevgeni Prigozhin insiste en incursionar en Europa.

Mateusz Morawiecki, primer ministro de Polonia, dijo que los mercenarios se habían acercado al Corredor de Suwalki, un tramo estratégico de territorio polaco situado entre Bielorrusia y Kaliningrado. Al parecer, hay dos mil wagneritas desplegados en la zona. Estados Unidos y la OTAN aseguraron que defenderán cada centímetro del territorio de Polonia.

Al recibir a los mercenarios en su territorio, Lukashenko busca convertir a su ejército en el segundo más poderoso del mundo. Si es que antes no lo traicionan.

El crisol de poder armamentista que tiene el Grupo Wagner es peligrosísimo, pues son mercenarios apátridas, con presencia en tres continentes, y ningún compromiso más que el dinero. Son como Frankenstein: monstruos que fuera de control son capaces de traicionar a su propio creador. Ya le dieron la espalda a Putin. ¿Cuánto durará su lealtad con Lukashenko? ¿Cuántas vidas cobrará este grupo paramilitar?

El problema de dejar crecer a engendros adictos al dinero es que, la mayoría de las veces, somos otros los que padecemos sus desvaríos.