Valeria Villa

Sobre el dolor: La ballena

LA VIDA DE LAS EMOCIONES

Valeria Villa
Valeria Villa
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Lo que se presenta en el cuerpo como un aumento del tejido adiposo, es decir, una alteración somática, es, en el alma, un drama inconsciente

Luis Antonio Chiozza, 1995

Charlie es el protagonista de la más reciente película de Darren Aronofsky, The Whale (La ballena), que es una adaptación de la obra de teatro homónima de Samuel D. Hunter y la cual es, por encima de todo, una cinta sobre el dolor.

La película ha despertado críticas por su abordaje de la obesidad. No me pareció en ningún momento una condena moralista a la gordura y sí un retrato detallado de las consecuencias aniquilantes de un duelo no procesado y de la depresión grave. La pregunta central es por qué Charlie se ha destruido de esta forma. Qué razones conscientes e inconscientes lo llevaron a matarse mediante su adicción a la comida.

Su obesidad es de tipo reactivo, es decir, una reacción a un evento traumático. Es la consecuencia de un dolor psíquico insoportable. Es un mensaje cifrado que se manda mediante un cuerpo que despierta lástima, tristeza, enojo, compasión y también repulsión. Comer compulsivamente en grandes cantidades es una defensa contra la ansiedad y la depresión.

La literatura psicoanalítica sostiene que la obesidad es una forma de lidiar con un afecto insoportable para el yo. Al fallar los mecanismos de defensa para enfrentar el dolor, aparece como síntoma. Se habla también de una fantasía adiposa que se relaciona con el calor corporal, manifestación de un profundo deseo de obtener afecto, cuidado y protección.

Charlie resuelve su soledad con grasa corporal y encuentra consuelo en la comida. El alimento tiene una representación simbólica. Puede ser una forma de dar amor, de completar una falta, de estar en comunión con la madre, una forma de poder, una negación, una identidad social o religiosa.

En Charlie sirve para completar la ausencia irreparable y es la negación de un duelo inconcluso. Parece que por eso es tan importante recuperar a su hija, una pérdida que tal vez pueda ser reversible. El síntoma, nos ha dicho Freud, es la expresión de lo reprimido.

El síntoma de Charlie puede ser la manifestación de la vergüenza por ser gay y el autocastigo por haber sido un marido y un padre que abandonó. Las fijaciones orales buscan recuperar la seguridad del pecho materno. También puede pensarse en un deseo insatisfecho puesto en el cuerpo como una forma de autoerotismo. La grasa corporal es una barrera para ser un sujeto deseable y deseante. La comida cumple la función de una droga para lidiar con el dolor, la humillación y el miedo.

En Charlie, la obesidad es también una conducta regresiva, que le impide ser independiente. Necesita de Liz para comer, para moverse, como si fuera un bebé abandonado. The Whale es una película sobre los efectos de la culpa. Charlie se siente culpable de las consecuencias de su homosexualidad, en el contexto de un pequeño pueblo de Idaho. Se culpa por abandonar a su hija y por no haber salvado a su pareja de la depresión. La culpa religiosa también es un elemento importante en la historia de Alan, la pareja de Charlie.

Dice André Green que el aniquilamiento del yo no lo produce el odio sino hacerle sentir a alguien que no existe. Es posible que Charlie se haya autodestruido para nunca más volver a ser deseable para nadie y para irse de un mundo que carece de sentido después de perder a Alan.

Charlie se ha devorado su culpa, su tristeza, su dolor, sus pérdidas, sus duelos. Incapaz de verbalizarlos, insiste en ver el lado positivo de todas las cosas, en un mecanismo de negación. La obesidad de Charlie es una defensa que lo aísla del mundo y es también un suicidio lento.

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