Si bien las muertes asociadas a la tos ferina son muy poco frecuentes, pero ocurren en su mayoría en menores de edad, es necesario que pongamos especial atención en estos días, luego de la alerta emitida por la Organización Panamericana de la Salud, la OPS, que recientemente indicó que ante el aumento de los casos de tos ferina a nivel mundial, los países deben dar un seguimiento constante a las coberturas de vacunación infantil.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Europa, sobre todo, se registró un aumento significativo de casos durante la segunda mitad del año pasado y los primeros meses de este 2024. Sin embargo, en la zona de las Américas, los casos han ido en aumento en las últimas semanas.
Habrá que informarse entonces sobre lo que es la tos ferina, cuáles son sus causas, sus síntomas y, sobre todo, su tratamiento.
¿Qué es la tos ferina?
De acuerdo a especialistas como Mayo Clinic, la tos ferina es "una infección de las vías respiratorias sumamente contagiosa. En muchas personas se caracteriza por una tos seca intensa seguida de sonidos agudos al inhalar que parecen chillidos".
Indican en la información que manejan los especialistas, que antes de que se desarrollara la vacuna contra esta infección, la tos ferina era considerada una enfermedad de la infancia. "Ahora la tos ferina afecta principalmente a los niños que no han completado el esquema de vacunación y a los adolescentes y adultos que han perdido la inmunidad", refieren.
¿Cuáles son los síntomas de la tos ferina?
Cuando una persona está contagiada de tos ferina, los síntomas tardan en aparecer cerca de entre 7 y 10 días, aunque en ocasiones puede ser más tiempo. Al principio puede ser una sintomatología leve, sin embargo, con el paso de los días, van en aumento, y son muy parecidos a los de un resfriado común.
Los síntomas son los siguientes:
- Moqueo
- Congestión nasal
- Ojos rojos, llorosos
- Fiebre
- Tos
Una vez pasadas una o dos semanas, los síntomas empeoran:
- Mucosidad más espesa acumulada en las vías respiratorias.
- Tos incontrolable.
- Vómitos.
- Rostro enrojecido o azulado a causa de los ataques de tos.
- Terminar con un sonido silbante y chillón agudo al inhalar aire.
Tratamiento contra la tos ferina
En este caso, la mejor forma de prevenir la tos ferina es mediante la vacuna contra la pertusis, la cual es suministrada por los médicos junto con otras vacunas que actúan contra otras dos enfermedades graves: tétanos y difteria.
En caso de que hayas estado en contacto con alguien que tiene tos ferina, es necesario acudir con el médico, quien seguramente te recomendará antibióticos para protegerte de la infección en caso de estar embarazada, de ser un bebé menor de 12 meses de edad, tener una afección médica que podría ponerte en riesgo de contraer una enfermedad o de sufrir complicaciones graves, vivir con alguien que tiene tos ferina, vivir con alguien que tiene un riesgo alto de tener una enfermedad grave o complicaciones debido a una infección por tos ferina.
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