Hector Badillo

La crisis del fentanilo

DESDE EUROPA

Hector Badillo*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Hector Badillo
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Como si fuera una epidemia sanitaria, el fentanilo en Estados Unidos sigue aumentando su consumo y en consecuencia el número de muertos, que ya alcanza 200 personas diariamente por esta droga.

En redes sociales se pueden encontrar aterradores videos que muestran calles enteras con jóvenes y adultos consumiendo ese estupefaciente; por ejemplo, en Filadelfia, la mayor ciudad del estado de Pensilvania, se observa a personas adictas totalmente inconscientes como “zombies”.

No es para menos, el fentanilo es 50 veces más potente que la heroína, considerada la droga más fuerte del mundo y hasta 10 veces más fuerte que la morfina. La gente está muriendo por el consumo de esta letal droga, que muchas veces se mezcla con otras sustancias lo que ocasiona que los consumidores no sepan que están utilizando el potente fentanilo.

Ante este panorama, el gobierno estadounidense acusó a China de no imponer medidas que eviten el tráfico del fentanilo hacia su territorio y a los intermediarios que envían la droga a Norteamérica.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos ya presentó cargos en contra de cuatro empresas chinas que acusa de ser los intermediarios que llenan las calles de Nueva York con esta peligrosa droga.

El país asiático es considerado el principal productor y distribuidor de los químicos utilizados para crear este estupefaciente que no para de consumirse en ese territorio.

Estados Unidos también culpa a México por no frenar el tráfico de fentanilo en su frontera. Los cárteles mexicanos de la droga están involucrados también con el fentanilo y son los encargados de transportarlo al país vecino por la extensa frontera que comparten para ser distribuido a bandas criminales locales estadounidenses para su posterior venta.

El gobierno Joe Biden culpa tajantemente a China y a México, pero no reconoce su propia responsabilidad en esta cadena del narcotráfico. Este letal producto se envía a las grandes ciudades de ese país, lo que conlleva la implicación de autoridades y grupos criminales de ese lado de la frontera.

Esta crisis del fentanilo no es nueva, proviene de una historia sobre del abuso de opioides en Estados Unidos y la falta de un programa de educación, salud y cuidado para evitar las adicciones.

Esta crisis sanitaria ocurre también porque EU tiene un sistema de salud enfocado sólo a obtener ganancias económicas en lugar de centrarlo en la atención a toda la población de ese país. Es una muestra del más puro estilo capitalista arraigado en la atención médica y el abasto de medicinas para los estadounidenses.

La crisis de los opioides está documentada y se refiere al aumento de adictos y muertes en EU por el alto consumo de analgésicos como el fentanilo, que de manera legal es recetado en diversos medicamentos.

Las empresas y laboratorios de productoras de estas medicinas se han hecho multimillonarias a costa de la adicción de la población estadounidense sin que hasta el momento haya culpables de estos hechos.

Como siempre, es más fácil culpar hacia afuera que hacia adentro, cuando el problema lo generó el propio sistema de salud interno y ahora se pagan las consecuencias de una sociedad consumidora atraída por los estupefacientes.