El poder también se transmite por la imagen

ENFOQUE MANUAL

Laura Garza*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Laura Garza
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Pareciera que todo en el mundo está siendo trastocado por el tiempo: las bases de la política, la economía y la sociedad.

Las democracias han perdido su valor, el populismo ha permeado en las sociedades más frágiles, y Estados Unidos está envejeciendo ante el mundo.

El país vecino ha perdido poderío y vitalidad. Lejos se ven George W.Bush, Bill Clinton o la energía de Barack Obama, y ni se diga del discurso de poder y odio de Donald Trump.

Personajes que tenían claro la importancia de la imagen política internacional. El saber cómo hacer entender al mundo entero que las respuestas las tenían ellos, que el poder salía de la Casa Blanca y que cualquier ciudadano en el mundo quisiera una mejor vida, era en Estados Unidos.

El país “perfecto” dejó de serlo al elegir a un personaje como Donald Trump, pero el que la propia política estadounidense quiera sostener a un presidente que no puede contener la fuerza de quienes siempre han creído la superioridad mundial.

El presidente de EU, Joe Biden.
El presidente de EU, Joe Biden.Foto: AP / Susan Walsh

Su alianza con Israel tras los ataques desmedidos contra Gaza, ha sido un fuerte golpe para los demócratas y el país entero. Se habla también de una mala gestión económica y por supuesto su falta de energía, de compromiso, de entusiasmo y yo diría de efusividad, esa que caracteriza a todo presidente de Estados Unidos.

Las fotografías que hoy vemos, y que curiosamente se encuentran en la mayoría de las agencias internacionales noticiosas, es con el mismo tipo de encuadre, todas son en close up a su rostro.

En estas dos imágenes vemos a Joe Biden con una mirada perdida, sin saber a dónde observa, con sus manos una sobre la otra, retenido, y sin entender qué pasa por su cabeza para realizar el siguiente movimiento.

La incertidumbre de su equipo de trabajo en cada evento ha de ser terrible. Hay quienes sufren cuando sus presidentes se salen del guion, dejan de leer el Tele-Trumper o no sabe enfrentar las críticas, pero el equipo de campaña y de comunicación de La Casa Blanca ha de estar en tratamiento constante para equilibrar su ansiedad, nerviosismo y una atención perfecta para tratar de resolver cada conflicto en el que su propio jefe los pueda meter.

El presidente de EU, Joe Biden.
El presidente de EU, Joe Biden.Foto: AP / Susan Walsh

Joe Biden, es un hombre de 81 años que si se mantuviera como el presidente el siguiente periodo estaría terminando en los 86 años parece que no terminaría del todo coherente y sano.

Los Jefes de Estado son, en su mayoría, gracias al equipo competente a su alrededor, llámese su Gabinete principalmente y los que los rodean; son ellos los que plantean las iniciativas y las posibles soluciones a los problemas de una nación entera, pero Joe Biden no puede dejar todo en mano de los demás.

Es Estados Unidos, es la nación que puede con y contra todos. ¿Qué pasará ahora?

El país más admirado y al que tantos hombres y mujeres desean llegar para cumplir un sueño que hasta hoy no sabemos si siga existiendo, está entre un candidato que envejece y otro que está en proceso de ir preso y lleno de odio para todo lo que no pertenezca a la "casta" norteamericana.

Biden podrá no tener problemas mentales, pero sí tiene una edad que no cumple con los requisitos de un país que requiere mantenerse en la hegemonía política. La fragilidad que demuestra en cada evento, se remite a cada decisión.

El exceso de cirugías y maquillaje en su rostro no son suficientes para ocultar los 80 años de quien fuera incansable en la política en su país, pero Estados Unidos necesita a un hombre que devuelva la vitalidad al país que ya le abrió la puerta al odio y al racismo, y eso no puede volver a pasar.

El poder también se transmite por la imagen.