IMSS-Bienestar va por 106 millones de afiliados

GENTE DETRÁS DEL DINERO

Mauricio Flores*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Mauricio Flores
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Tras 4 décadas de iniciar la descentralización del sistema de salud pública hacia los gobiernos de los estados cuando recién arrancaba el gobierno de Miguel de la Madrid y bajo el auspicio del entonces secretario de Salud Guillermo Soberón, hoy está en marcha un proceso de concentración de los recursos y de las estrategias en el Instituto Mexicano del Seguro Social, a cargo de Zoé Robledo: el objetivo, como en ese entonces es la universalización de los servicio hospitalarios con la máxima eficiencia posible. ¿Se podrá?

La descentralización de los años 80 dio origen al llamado IMSS-Coplamar para llevar atención médica a comunidades rurales de difícil acceso donde la pobreza se profundizaba por la enfermedad y la desnutrición. Un propósito tardío de concretar una de tantas promesas de la Revolución Mexicana.

Los años de crisis de la llamada “Década perdida”, derivada de los excesos presupuestarios del populismo de José López Portillo detuvieron la expansión de la infraestructura física y mejoramiento de equipamiento y tratamientos.

Resolver esas deficiencias también fue oportunidad de los vivales que, como en el caso del IMSS de los años 90 bajo la conducción de Genaro Borrego, se subrogaron los servicios de gabinete sanguíneo y laboratorio a Vitalmex, de Jaime Cervantes y Sergio Reyes Retana…, dando así origen al célebre “Cartel de los Chupasangre” que se extendió por casi 25 años. Y que pese a los intentos de exorcizarlos de la institución en el actual Gobierno, fueron reincorporados por la actual directora de administración del Instituto de Seguridad Social y Servicios de los Trabajadores del Estado, Almendrita Ortiz.

La descentralización avanzó en el gobierno de Vicente Fox y tomó vuelo con Felipe Calderón cuando el equipo de Salomón Chertorivski inició el Seguro Popular para que los gobiernos de los estados organizaran los servicios de salud… recibiendo en sus secretarías de Finanzas los recursos federales. Pero mucho de ese dinero no llegó a salud, especialmente en estados como Guanajuato, Jalisco, Veracruz y Michoacán donde gobernaban los emanados del PAN, PRI y PRD, algunos de ellos hoy pulcros dirigentes de Morena.

Pese a sus deficiencias y aberraciones (como el abandono de 33 hospitales del sector salud que fueron terminados en el actual gobierno), el Seguro Popular tuvo aciertos, como el conteo preciso de las recetas surtidas paciente por paciente, recetas nutridas por las compras consolidadas del IMSS que permitieron un suministro del 95% promedio.

Luego de 5 intentos fallidos en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador por sustituir al Seguro Popular, la apuesta más fuerte es la recentralización en el IMSS-Bienestar (el actual Organismo Público Descentralizado OPD que sustituyó al fracasado Insabi) de dirección, compras, finanzas y servicios con miras a dar servicio a 106 millones de mexicanos.

La centralización de los servicios de salud en el IMSS ha sido un esfuerzo de Zoé Robledo e instrumentado por el secretario técnico, Marcos Bucio, para evitar el desvío de dinero —o francas raterías— enviados a gobiernos estatales, y contener a diversas delegaciones cuyos directivos realizan “compras de emergencia” a precios exorbitantes con distribuidores “amigos”.

Empero, IMSS-Bienestar, en manos del que fuera jefe de compras y adquisiciones del

Insabi, Alejandro Calderón, deja suspicacias sobre el éxito de este nuevo intento de salud tipo noruego en México, aunque tiene en sus manos el presupuesto resectorizado de casi 120 mil millones de pesos del sector salud.

Bajo este modelo centralizado, aplicado bajo la modalidad de “La Clínica es Nuestra”, le tocará a la administración de Claudia Sheinbaum y al nuevo director del IMSS-Bienestar, enrolar y credencializar casi 25 millones de personas que no tienen ningún servicio de salud… alcanzando así a 106 millones de mexicanos atendidos ya sea por el IMSS, el ISSSTE y los que atienden a la fecha IMSS-Bienestar. Esperemos que esta vez sí funcione en prontitud y calidad de atención.

Detienen a Herrejón en Italia. Acusado de presunta violación y buscado por la Interpol bajo sospecha de que viajó a Roma para evadir a la justicia mexicana, fue arrestado el pasado jueves el empresario y exejecutivo bancario Óscar Herrejón con fines de extradición. El imputado viajó a Italia para asistir a la boda de su hijo, Manuel Herrejón Juárez, que —como se ha informado en esta columna— está bajo la lupa de la Unidad de Inteligencia Financiera bajo la sospecha de delitos de “cuello blanco”.

Herrejón Juárez fue secretario de vinculación empresarial del PRI durante el mandato de Alejandro Moreno como secretario general de esa organización política. La acusación contra su padre, Herrejón Caballero, por presuntas agresiones sexuales repetidas se presentó en 2023, y luego se le giró una orden de aprehensión el pasado 30 de mayo, como salió del país para asistir a la boda de su hijo, la Fiscalía General de Justicia del Edomex solicitó la emisión de una ficha roja que fue aprobada el 6 de junio por la Interpol. ¿Qué tanto sabrán los Herrejón?

Huachicoleo de aguacate. El único aguacate que por cumplir con las normas fitosanitarias puede ser exportado a Estados Unidos es el producido en Michoacán. Pero no faltan los que hagan chanchullos, que busquen pasar gato por liebre, colando frutos de otras entidades, como de Puebla. Ese intento de “huachicolear aguacate” fue detectado la semana pasada por un par de inspectores del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), que conduce Tom Vilsack, pero que al denunciar el timo e intentar atajarlo, fueron retenidos y golpeados por presuntos comuneros.

Ante esto, la USDA determinó cerrar temporalmente las ventas de aguacate michoacano a EU, tal como informó Armando López, director de la asociación de productores, empacadores y exportadores de la entidad.